Por estos días continúa, en el Museo de las Artes (MUSA) de la Universidad de Guadalajara, la exposición “La ronda nocturna. Euforia artística en la Guadalajara de los 90”. La muestra resulta valiosa por diferentes razones. Una de ellas, que la mayor parte de las obras conforman (desde hace más de 20 años) el acervo del museo y se exponen de manera permanente.
Se trata, según información del propio museo, de reafirmar el “compromiso de destacar el arte en Jalisco” así como estudiar y reinterpretar “la colección que compone su acervo con el propósito de valorar desde una mirada nueva a algunas de las obras y artistas que la han compuesto a lo largo de 20 años de existencia para acercarlas al público a través de un diálogo con los protagonistas de la vida artística y cultural de la década de los noventa”. En palabras de Laura Elena Ayala Castellanos, coordinadora de Exposiciones y Educación del MUSA, “es un vistazo a un periodo del arte en nuestra ciudad, que se significó por la consolidación del lenguaje estético de varios artistas y por la creación, del Museo de las Artes”.
“La ronda nocturna” incluye un total de 25 piezas plásticas, entre pintura, escultura, grabado, dibujo y collage, de las cuales 18 son parte de la colección del MUSA y el resto de colecciones privadas. La exposición se complementa con discos, poemas, cartas, invitaciones, fotografías, documentos gráficos y en video, entre otros materiales documentales de esa década.
La pieza que se encuentra el espectador, en primera lugar, es precisamente Don Rosendo en la ronda nocturna, de Carmen Bordes, obra pictórica que permite al espectador acercarse al contexto cultural en que nace y se crea no solo el propio MUSA, sino otros centros, muchos de ellos desaparecidos, que se dedicaron al arte y la cultura.
“En este significativo lienzo”, señala el área de prensa del MUSA, “Carmen Bordes retrata una escena improbable basada en la reconocida obra de Rembrandt, en la que aparecen algunos de los artistas y promotores culturales más destacados de Guadalajara en la década de los ochenta, ubicados en las afueras del Centro Cultural Roxy, ícono de la cultura alternativa de la ciudad en los años noventa. Entre los treinta y tres personajes plasmados puede reconocerse a muchos de los autores de las obras que conforman la colección del MUSA, tales como Juan José Ávila ‘Kraepellin’, Lucía Maya, Rubén Méndez, Miguel Ángel López, Gil Garea y Antonio Ramírez, así como a tres de sus ex directores, Carlos Ashida, Francisco Barreda y Francisco de la Peña”.
La exposición se conforma por cuatro núcleos temáticos: En el primero, “Rondas por la noche”, se identifica a cada uno los personajes y se abordan las relaciones formales entre este cuadro y la obra de Rembrandt. El segundo núcleo, denominado “Los artistas”, está dedicado a los pintores, escultores, grabadores y poetas ahí retratados, mientras que el tercero, “Los promotores”, se concentra en los personajes dedicados a la gestión y difusión artística. Finalmente el cuarto núcleo se ocupa de abundar sobre el lugar donde se desarrolla la escena, el Centro Cultural Roxy.