Despiertas un día
y estás enamorada de alguien que no existe
No importa cuándo leas esto
En ese entonces hubiera preferido
quedarme sentada en los cajetes de la escuela.
Las bombas caían sobre la ciudad
que es mi propia vida.
¿Qué habría hecho alguien de mi condición?
Además de salir corriendo.
Hacia qué dirección,
las bombas podrían
caer de lleno,
sobre el techo de mi casa.
Sentada en los cajetes de la escuela
con la frente en las rodillas.
Cuando íbamos al templo
a ver arder el castillo,
siempre soñaba
con que al llegar a casa,
subiríamos corriendo a la azotea
y encontraríamos ya sin fuego
como una cosa del destino
el cadáver exquisito
de la corona.
Ya el puro esqueleto
de lo que fue un monstruo
al que todos teníamos miedo.
Una lanza,
algo de líquido naranja
todavía derramado en el piso.
Salvar al mundo
con mi propio miedo,
lágrimas contraídas.
Nadie nos advirtió
que había que rasparse las rodillas.
Había que perder más
de una vez,
el estilo,
las ganas de llorar.
Desgarrarse la ropa nueva
comprada para Navidad,
salvarse el propio pellejo.
Me dijiste
pelea.
Está bien tener miedo.
Perder.
Defender con un brazo enyesado
a la más débil,
o a una misma.
Recibir con la cara en alto,
el balonazo accidental en las canchas,
escupirles los zapatos
a los niños malos
que quieren
reírse de ti.
Volarles el balón.
Ganar.
Y regresar al cielo
con todas tus fuerzas,
esas ganas de gritar.
Un reporte,
firmado por los padres de familia.
No soy especial de ningún modo
Recuerdo
el sudor que me quedaba
alrededor de la muñeca.
El destino
no puede explicarse.
Gracias a Dios
y a la fayuca de Obregón,
un buen día mi madre
encontró entre el mayoreo
un par de relojes que cambiaron
nuestras vidas.
Pasamos de ser un personaje secundario
a protagonistas.
El don del manejo del tiempo
ante las más grandes adversidades
ni el agua, ni la oscuridad
nos detuvieron.
El botón de la derecha
y desprendía una luz verdosa
por si una noche
cualquiera el mal.
A las ocho en punto
sonaba la alarma,
dábamos la señal
como líderes de la cuadra,
para que todos los niños
regresaran a sus casas.
Pasaban Dragon Ball
en el 5.
Nadie más,
tenía el poder
que nosotras
y como gentes nobles
ayudábamos a los otros
a encontrar el camino
de salvación en sus vidas.
Gracias al tiempo
a la fayuca
y a nuestros relojes
azules de plástico contra el agua.
Quisiera abrazar
con todas mis fuerzas
a un Picachu de mi tamaño.
Vi tu video
como otras
veinte millones
de personas
vieron tu video.
Me sirve.
Imaginarme corriendo
con los brazos hacia atrás,
comiendo un helado
rosado,
un pan al vapor
que posiblemente sepa mal,
el jet lag es hermoso
y llueve.
Las orejas de gato
nunca fueron
una opción tan viable.
Lolis en horario laboral,
¿quisieran ser mis amigas?
El Dios de
los subtítulos
reverencia profunda
profundísima.
Es divertido gastar el dinero
en máquinas
para sacar peluches.
Tantos
que abarquen por completo
el hueco que hay
en mi corazón.
Calambre.
Me levanto y todo en orden.
*Sonido del inodoro llevándose mis sueños,
piernas entumidas*
Estoy segura
de que este no es mi rostro.
Perdí la cuenta de los días
que no me miré
en un espejo,
se acumula la mugre.
No puedo aceptar
que mi rostro sea este.
No reconozco esta piel
estas facciones familiares,
gracias a Dios por los filtros,
el futuro es ahora,
borrar mi identidad
y colocar una nueva,
a cada instante.
Me amo a cada momento,
más.
Y es que existes.
Tienes fecha de nacimiento,
tu ficha técnica en Wiki.
Puedo cambiarte de ropa
colocarte en el sillón de mi casa,
elegir tu estatura.
Hacer un álbum de fotos
de nuestro reciente viaje
a las aguas termales,
porque iríamos
a las aguas termales.
No entiendo a
esas personas tristes
que se niegan
al amor,
voy a regalarles
una almohada
con la forma de tu cuerpo
para que puedan abrazarte.
Un hueco en el estómago.
Puedo pasarme la tarde pensando
qué haría alguien como tú
en medio del transporte público,
comprando un kilo de tortillas,
barriendo con agua
la mugre de la calle.
Cómo nos la pasaríamos
en una tarde de lunes
con la casa limpia
hablando de cosas absurdas.
Decido que saldré
pero no salgo.
Me refiero al mundo,
del chat salí hace tiempo.
Busco algún pretexto.
Las personas 3D
dan ansiedad, sudan
un hueco en el estómago.
Tengo algunos años sin salir
de este cubículo abierto.
Me miro en la cámara
frontal.
Encuentro que no
me encuentro bien
me miro el reflejo por horas
esperando que suceda algo.
Estirar el rostro con los dedos
es un ejercicio extraño.
Busco tener otras facciones
debería buscar otra cosa, pero
¿qué era?
Busco alguna frase
que diga algo que quiero escuchar,
me encierro en este globo
de diálogo vacío.
Siempre hay un pretexto.
Me pierdo entre el consumo
de mis propios pensamientos
todo se ha vuelto tan peligroso aquí adentro.
Afuera,
no busco salir pero salgo,
el sudor, las ganas de estornudar
cuando se levanta una nube
de polvo.
El vecino
que pasea a su perro
la sonrisa de acera a acera.
This music is the only thing keeping the peace
when I’m falling to pieces.
Lil Peep
Una debe;
una debe ser
el propio ser amado.
Ser la puerta que une
lo que existe con lo que
A veces incluso,
reflejarse
ponerse una peluca,
confeccionarse las propias ropas,
usar las mismas armas.
Dedicar días y noches a la
preparación física y mental,
confeccionar con todo el amor
que te quepa en el pecho,
el traje de humanos.
Abrazarse.
Una debe
vivir el ser amado
desde dentro.
Marcelo Pisarro Argentina
Verónica Villanueva Guevara
Paulina García González
Collage
Collage
Escultura
Exposición en el MUSA
Exposición en el MUSA
Fotografía
Enrique Arias Beaskoetxea España
Alfonso Álvarez Mora España
José Ángel Lizardo
Simón Esain Argentina
Margarita Hernández Contreras
Luis Rico Chávez