Logo

Voy a volverme tu recuerdo

Laura Jarero


Voy a volverme tu recuerdo

Voy a volverme tu recuerdo,
el más hundido y menos importante.
Quiero ser eso que casi se te borra
y de repente regresa a ti desde lo más profundo de tu memoria.

Voy a volverme tu recuerdo nublado,
que casi no recuerdes lo que un día hablamos.
Quiero ser eso que de pronto no sabes si viene o va,
dónde comienza o dónde termina;
que sientas un viento fresco y recuerdes
que existió algo tibio que te quitaba el frío;
un abrazo largo o quizás que provocaba
una sonrisa en tus días grises.

Voy a volverme tu recuerdo,
ese que por poco y se te olvida,
de no ser por las marcas de la vida,
vida, no me recordarías.
Por eso quiero ser eso que te llega de la nada,
como recordar la letra de una canción
que ya ni siquiera escuchas.

Mas no quiero ser el recuerdo que odias en octubre,
cuando es 19 y piensas que antes para ti fue fecha importante.
Sólo quiero ser tu recuerdo menos presente,
pero que no se te olvide que un día fui, al despertar,
lo primero en tu mente.


Del rojo, vivo

Tuve que ser frío
            para saber ser fuego
tuve que andar por el suelo
                        para volverme viento
tuve que ser vacío
                        para aprender a amar ardiendo.

Anduve en las espinas, caminos recorriendo.
Anduve de las sobras de amores inciertos.

Conocí por un instante el odio
para llevar a mi nueva vida armonía.
Pasé de las tristes sombras incomprendidas
a las almas que vuelan sin prisas.

Tuve que preguntar y no tener respuestas
para dejar de esperar explicaciones.
Tuve que revisar mi vida desde arriba
para ver qué llevaría conmigo a cuestas.

Tuve que soltar todas mis certezas,
vaciar mi vaso,
soltar amarras…

Me solté de todos los brazos que me atraparían si caía
para entender que por más amada que fuera,
sola y a mi tiempo me levantaría.

Entre momentos de luz,
entre cordura y conciencia,
entré y me hice dueña de mi vida
para ser esta versión nueva que emerge desde lo profundo,
abierta e independiente,
consciente, que siente...


Mátame poco a poco

Mátame poco a poco,
vete así de la nada,
pero vete mientras me dices que me amas.

No me mires a los ojos si quiero saber qué pasó,
tú sólo mátame poco a poco.
Dime que no hay otro si te pregunto,
pero aun así no me digas por qué te vas.

Miénteme, mujer,
y no te inmutes si te toco,
que mis dedos sean para ti pecado,
y mis labios sólo vidrios rotos…

Si pasa el tiempo y ves que no he llamado,
búscame y muéveme el pasado.
No estés en mis momentos más difíciles,
pero si te conviene, búscame,
aunque con eso me sigues matando poco a poco.


No sólo seas recuerdo

Ven en forma de sueño,
quiero sentirte al menos con el viento,
visítame y no sólo seas recuerdo.
Calienta mis manos con tu aliento,
como cuando era pequeña,
y por favor dime que estarás conmigo
aunque ya no te vea.

Ven en forma de ave,
para sentirte dame la clave.
Ayúdame porque no quiero olvidarme de tu voz,
de cómo era estar a salvo entre tus brazos,
que nosotros, más que sangre, compartimos lazos.

Visítame y no sólo seas recuerdo,
dame señales de que tú también me sigues sintiendo,
cuando tenga dudas y sepas que necesito tu ayuda,
ven y siéntame en tus piernas,
repíteme al oído que todo está bien y luego te alejas…
No es que no acepte tu partida,
es que nunca asimilé que tú te irías primero;
que siendo tan grande y fuerte
un día tu cuerpo se entregaría a la muerte.

Aunque en mi propio reflejo veo mucho de tu cara,
por favor no sólo seas recuerdo y acaríciame el alma.


Tantos infiernos me ha costado mi cielo

Tantos infiernos me ha costado mi cielo,
un día tenerlo todo,
y al siguiente despertar en el vacío.
Los aromas diferentes de los viernes,
las caderas agitadas
y los besos indecentes.

Buscar en cada par de ojos
una mirada menos ausente que la mía;
un latido que me hiciera quedarme,
o quizá sólo pasar de la tercera cita.
Buscar en cada vaso de tequila borrar recuerdos
sin que se quedaran dispersos,
esperando ser más ajenos que míos.
Buscar en otros los abrazos perdidos.

Cerrar la puerta
y dejar de esperar en la entrada algún regreso.
Otro infierno,
otro exceso…

Es que a este cielo no llegué de la nada.
Aún recuerdo las veces que estuve tirada,
con la ropa arrugada
y la boca entreabierta,
tratando de pronunciar alguna palabra.

Se me quemó el pecho de tanto que sentí,
hasta el punto de volverse piedra para ya no sufrir.
Es que este cielo me costó mi sueño,
mi hambre
y mis duelos.
No fueron horas ni minutos,
fue la suma de tanto dolor y decepción
lo que me llevó a besar el suelo,
y abrazarme del amor que ya no fue,
de las personas que jamás volveré a ver,
de los momentos que nunca olvidé
y de las voces que poco a poco se desvanecen.

Ahora nada importa,
ahora puedo sentir paz.
Del infierno al cielo hay un tramo largo
y quien diga lo contrario es que no ha llegado.


Jumb13

Destino 6

José Ángel Lizardo


Jumb11

Amor más allá de la muerte

Cezanne Nieves


Jumb15

El eterno femenino

Paulina García González


Jumb16

Proyecto SalvArte

Roberto García Lara


Jumb17

Son las tres de la mañana

Sofía Márquez


Jumb18

Cuéntame un cuento

Rubén Hernández


Jumb1

Ética práctica

Juan Manuel Ortega