Una lágrima suspendida
en el vértice
hasta que rueda
y cae sobre el papel
Esa mirada
en los ojos apagados
exhibe ausencias
Palabras desdibujadas
circulan
La poeta calla:
y la fantasía
Las estrofas se opacan
Fisurada la magia
ya no quedan espejos
Vacía
espera la muerte.
Asteriscos modulan el aire
Prismas tricolores
bordan el follaje
La brisa bosteza
Estira la niña los brazos
mientras la nube se disfraza
Recorre, atrevido
el pájaro, el pincel
Aguarda
la paleta de colores
al bastidor.
Dormida
espío
pequeños huecos
El hielo encubre
el amor llagado
Es en la noche tapiando
el nido
o sueño demorado
Azotados los pensamientos
por el timbre.
Malgasta
el asombro
el compromiso
Desgarra
el encono
el sosiego
Enardecida
fustiga
la ilusión del vínculo.