Si pequeña es la patria, uno grande la sueña
El 18 de enero se celebra el Día Nacional del Escritor Nicaragüense en honor al día en que nació Rubén Darío. Desde estas líneas felicito a todos mis amigos y amigas compatriotas que se dedican a esta plausible actividad, pero especialmente felicito a la escritora, locutora, editora, poeta, filóloga y periodista Francely Saharith Navarro Hernández (nacida el 8 de mayo de 1994 en Managua). Actualmente es comunicadora y relacionista pública del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos.
Francely pertenece a la generación del milenio, es un ejemplo excepcional para todos pero específicamente para sus contemporáneos. Desde que aprendió a leer su historia tiene mayor significado y desde que adquirió su hábito por la lectura no lo ha abandonado. Su pasión, amor, autodisciplina, dedicación y entrega incondicional a sus metas la han convertido en una verdadera referencia de éxito para sus familiares y amigos. El pasado mes de diciembre ganó en El Salvador el X Certamen Literario Internacional Ipso Facto 2020, en la categoría de narrativa, con su libro de cuentos Historias dispersas. En sus escritos cultiva el creacionismo, el realismo mágico, fantástico y el género de la novela negra-policiaca.
Qué mejor manera de celebrar el Día del Escritor Nicaragüense que conociendo a través de esta entrevista a una escritora, poeta y periodista que desde muy pequeña ha enfrentado numerosos obstáculos, pero un espíritu inefable de fe, esperanza, compromiso, visión, optimismo y esfuerzo constante la han conducido por un destino victorioso; su esencia de pensar y trabajar por la grandeza es lo que marca la diferencia de su entorno. En esta entrevista abordamos diversos temas relacionado con su formación profesional y literaria, así como sobre la difícil situación sociopolítica que actualmente se vive en Nicaragua.
Carlos Javier Jarquín: ¿Cuántos años tenías cuando escribiste tus primeros versos? ¿De qué manera recuerdas esa época?
Francely Navarro: Tenía 10 años de edad. Después de llenar cuadernos de poemas de otros autores, mi papá me animó diciéndome: “Pero vos podés hacer uno propio”. Lo hice. Lo titulé “Mi nostalgia”; en ese momento estaba inmersa en la poesía de Federico García Lorca, Luis de Góngora, Juan Ramón Jiménez, también leía a Rubén Darío… de esa época recuerdo pobreza, violencia, mucha lluvia, goteras, telarañas, accesos de tos por el polvo, y es que al volver de la escuela corría a encerrarme en un cuarto viejo de la casa de un tío, ahí había un paraíso olvidado de libros, no sólo poesía, también habían libros de trucos de magia, medicina natural, novelas como Los tres Mosqueteros, Las aventuras de Tom Sawyer, La isla del tesoro, Crimen y castigo y un sinnúmero de historias que todavía conservo, porque luego de un tiempo, al notar mi afán por la lectura, mi tío resolvió llevar todos los libros a mi casa, una maleta llena. Fue el mejor regalo que me hicieron de niña, permitirme tejer otras realidades.
CJJ: ¿Qué escribes más, poesía o cuento? ¿Cuáles son los temas relevantes en tu obra?
FN: Escribo más poesía, siento que es mi voz original, ella me permite unir todas mis partes, me desintoxica. Respecto a los temas, no escribo de amores triunfantes. En mis versos/cuentos imperan la sombras, angustias metafísicas, pérdidas, luchas, desesperanzas, confusiones, anhelos, la muerte, soledades, mujeres justicieras, el crimen, múltiples personalidades, arrepentimientos, depresión, lo mágico, lo existencial, injusticias sociales y otros.
CJJ: ¿Cuáles son los escritores y poetas nacionales e internacionales que hasta el presente han influenciado notablemente en tu obra?
FN: A nivel nacional por supuesto Rubén Darío, también Alfonso Cortez, Pablo Antonio Cuadra, Gioconda Belli, Claribel Alegría, Daisy Zamora… De la llamada Generación del 2000, el filólogo y escritor Javier González Blandino, mi maestro, quien no sólo me enseñó literatura, me enseñó todo… me humanizó. De los internacionales (ya en la primera pregunta referí algunos de mi infancia) están Juan Rulfo, Julio Cortázar, Vicente Huidobro, Oliverio Girondo, Octavio Paz, Simone de Beauvoir, Jean-Paul Sartre, Albert Camus, Fedor Dostoyevski, Edgar Allan Poe y otros.
CJJ: Estudiaste filología y comunicación, graduada con la tesis Iconología metafísica, símbolos de colonización y enajenación en los espacios pictóricos de la obra de Alejandro Arostegui. ¿Qué significó para ti investigar sobre la obra de este excelente artista nicaragüense?
FN: Fue toda una aventura. Conocí su obra en la clase de semiótica del arte, impartida por la doctora en filología y especialista en semiótica Addis Esparta Díaz Cárcamo, quien tutoró mi tesis. Personalmente me reuní con el pintor en su casa, lo entrevisté, indagué en sus orígenes, influencias, sus conceptos, temáticas, los elementos extrapictóricos que adhiere a sus superficies, resemantizándolos, dándoles vida y amor. Me obsesioné con la metafísica, su obra me llevó a conocer a pintores como Giorgio de Chirico, Carlos Carrá, Filippo de Pisis y otros… Crear tal estudio fue aprender de líneas, contornos, perspectiva, colores, corrientes pictóricas, filosóficas, profundizar en la vida y obra de pintores nacionales e internacionales. Pude haber hecho algún estudio de obras literarias, inclusive le propuse a la doctora Díaz Cárcamo realizar la tesis del cine mudo, de la obra de Frida Kahlo, Joan Miró… estaba decidida no sólo a reafirmar o reforzar conocimientos adquiridos a lo largo de la carrera, sino a aprender sobre otras artes. Esto no me alejó de la poesía, al contrario, me acercó más, con más bagaje cultural para expresarme.
CJJ: Del 2016 al 2019 fuiste periodista y reportera en todas las secciones del diario Hoy/La Prensa, publicaste una serie de reportajes especiales, algunas eran historias de inspiración y otros sobre los grandes crímenes que han ocurrido en Nicaragua a largo de su historia en los últimos 70 años. ¿De qué manera el contenido de estos reportajes ha influido en tu vida personal y literaria?
FN: Las historias de inspiración me aportaron empatía social, uno siente que aporta valores en su sociedad, es placentero, mas debo admitir que la experiencia con los grande crímenes me marcó mucho más, me perturbó al principio; era chocante hurgar entre las siniestras descripciones de asesinatos, revivir dolores ajenos, de hecho sigue siendo chocante, pero luego me apropié de las historias, tenía olfato detectivesco, podía imaginar los motivos de los crímenes, recrear escenas y por supuesto esto sigue latente a la fecha, creo que esa marca estará en todo lo que escriba de ahora en adelante.
CJJ: En el diario Hoy fuiste redactora de cuentos para la sección “Cualquier parecido”. ¿Cuáles eran los temas principales de estos cuentos? ¿Estos cuentos se pueden leer en la web?
FN: Los cuentos estaban cargados de misterio, tragedia, magia, muerte… me inspiraba en historias reales y las trocaba, las ficcionaba, les cambiaba el ambiente, fue un trabajo que adoré… Respecto a si pueden leerse en la web, no, sólo fueron publicaciones impresas. Se subió uno que otro, pero esa web ya no existe, se canceló en los días en que La Prensa enfrentó el bloqueo aduanero.
CJJ: Desde abril de 2018 Nicaragua vive una crisis social-política, terrible, toda la ciudadanía sufre pero quizás quienes los más afectados sean los escritores y periodistas que no están a favor del régimen Ortega-Murillo. ¿Qué representa hacer periodismo actualmente en Nicaragua?
FN: Hacer periodismo en Nicaragua en estos días de dictadura es una labor titánica. El gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo, en su afán de perpetuarse en el poder vulneran todas las libertades, entre ellas la libertad de expresión y de prensa. La integridad personal, física, psicológica de los periodistas y sus familias está en peligro, se les persigue por denunciar las violaciones a los derechos humanos, por estar en contra de las políticas represivas, se les hostiga en sus viviendas o lugares de trabajo, se les niega la libre circulación cuando buscan realizar su labor; en definitiva, hacer periodismo en Nicaragua hoy día es un reto, pero la resistencia es permanente así como el compromiso de defender y exaltar, ante todo, la justicia, la libertad, la democracia y los derechos humanos.
CJJ: A inicios de este año en Nicaragua entró en vigor una nueva ley, “La ley del ciberdelito”, conocida como “ley mordaza” o “ley bozal”. ¿En qué consiste esta ley? ¿Quiénes serán los más perjudicados?
FN: Con esta ley draconiana el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo viene a condenar formatos legítimos de expresión, es literalmente un bozal, pero no sólo perjudica al gremio periodístico, sino que también justificará la vigilancia y control absoluto de redes sociales, plataformas digitales, perfiles en línea de activistas políticos, defensores de derechos humanos y toda la población nicaragüense que se atreva a oponerse a las políticas perversas de este gobierno, este régimen acusado internacionalmente por cometer crímenes de lesa humanidad.
CJJ: Este año Centroamérica celebra su bicentenario de la independencia. ¿De qué manera en Nicaragua se está celebrando este histórico acontecimiento?
FN: El gobierno por supuesto seguramente está planeando actividades de cara al bicentenario de la independencia de Centroamérica, no dudo que ya se cocinan algunos discursos, esas malogradas, imperfectas mescolanzas de historia. Por otro lado, está el pueblo, que no creo que sientan el júbilo de la libertad cuando en el presente Nicaragua está secuestrada por una dictadura que reprime con armas y que mantiene la suspensión indefinida de las garantías constitucionales, lo que imposibilita el ejercicio pleno de los derechos civiles y políticos. Este es un año electoral, las energías del pueblo están en sumo concentradas en lograr la democracia, aun cuando se vaticina un fraude en las urnas, aun cuando no hay condiciones para correr en dichas elecciones, aun cuando imperan las divisiones… En un estado de derecho, sin tantas heridas sociales, políticas, de toda índole, con certeza el tema del bicentenario de la independencia de Centroamérica sería una de las actividades centrales del 2021, sería lo normal, pero no, porque en Nicaragua nada fluye con normalidad desde abril 2018.
CJJ: Por parte del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), el año pasado tuviste participación en el 43 Periodo de Sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra, Suiza. ¿Cómo describes esa experiencia?
FN: A nivel personal y profesional fue sumamente enriquecedora y necesaria… acompañé a la doctora Vilma Núñez de Escorcia, el referente más grande de la promoción y defensa de los derechos humanos en Nicaragua. Su exposición ante el Consejo fue un discurso fuerte que representó a todas las víctimas de la represión. En ese viaje aprendí sobre el valor de la incidencia internacional, el funcionamiento de las Naciones Unidas y el compromiso de los defensores de derechos humanos a nivel mundial. Me grabé una frase en ese viaje: “Defender derechos humanos es una labor de tiempo completo, sin importar el lugar”.
CJJ: Fuiste ganadora del X Certamen Literario Internacional Ipso Facto 2020, en la categoría de narrativa. ¿Cuál fue el premio que recibiste?
FN: Este fue un concurso del cual me enteré gracias al Centro Nicaragüense de Escritores (CNE). A inicios de noviembre realicé la selección de los cuentos, de manera que cumpliera con las bases del concurso; efectivamente reunió los requisitos y recibí el correo de confirmación. El 27 de noviembre me enteré que estaba entre las finalistas y el 24 de diciembre se dio el fallo definitivo. El premio que recibí es la publicación de la obra por la Editorial EquiZZero, con un tiraje total de 250 ejemplares, de los cuales me corresponde el 20%.
CJJ: ¿Cuántos cuentos contiene esta obra? ¿Para cuándo se publicará este libro?
FN: El libro Historias dispersas contiene once historias y, según las bases del concurso, la obra será publicada en un lapso no mayor de nueve meses a partir del fallo del jurado, que fue el 24 de diciembre del 2020.
CJJ: ¿Para qué fecha escribiste estos cuentos? ¿Cuál es la temática central de esta obra?
FN: Estos cuentos fueron escritos entre 2017 y 2018. La obra no tiene una temática central, son diversas temáticas, aunque sí impera lo mágico, fantástico, lo violento, lo sobrenatural, la impunidad, la venganza, lo cruel, las bajas pasiones, la muerte, lo trágico, la locura…
CJJ: El jurado de este concurso mencionó que esta obra “fue enviada bajo el seudónimo de Galatea”. ¿Es este tu seudónimo literario?
FN: Galatea es mi seudónimo literario, surge en mis años de universidad, durante las clases de literatura grecorromana… de Galatea me impacta la idea de la transformación, el cambio, pero yo me confeccioné una Galatea que se aprovecha del don de la vida para escaparse e inventarse muchas otras historias, búsquedas, amores, ella me inspiró. Está viva.
CJJ: ¿Qué mensajes deseas compartirles a las jóvenes escritoras?
FN: Aliméntense de toda la lectura que puedan, pero no sólo de lecturas, observen todo lo que puedan, escuchen todas las versiones de una historia, una melodía, ahonden en todos los rostros de las personas que les inquieten, las consideren positivas o no, persigan su instinto, den rienda suelta a la imaginación, a lo ilógico… todo puede ser una gran historia.
José Ángel Lizardo
Margarita Hernández Contreras
Héctor Montes García
Paulina García
Rolando Revagliatti Argentina
Rubén Hernández
Luis Rico Chávez
Rubén Cárdenas