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Muros y puentes

Joan Jett, Carole King & Joan Báez

Raúl Caballero García


Joan Jett (una y otra vez) su alegórica reputación

Joan Jett es la cantautora —y excepcional guitarrista— con la que culmina —cronológicamente— esta serie que echa luz al arte de estas mujeres maravillosas, expuestas y analizadas por distintos conocedores.

Yo me enamoré de Joan Jett cuando llamó mi atención con su interpretación de “Crimson and Clover” que, desde luego, me remontó a la recordada RG, más específicamente al trabajo de Enrique S. González, el Monstruo, quien en su momento la ofrecía “over and over” celebrando aquel rock pop psicodélico de 1968, creación de Tommy James and The Shondells.

Así, desde 1968 hasta 2018 nos asomamos a una parte esplendorosa del mundo de estas artistas siempre presentes. Por supuesto no están todas las que son, afortunadamente en esta zona siempre hay más… (y de pronto se da otra entrega).

Lo punk traza un cambio arquetípico en los años setenta, le dije a Francisco Veloquio González. A Joan la han identificado como figura emblemática del llamado movimiento Riot Grrrl, con el que vemos que las chavas asaltan su lugar en el ámbito del rock alternativo, ¿de qué manera Joan Jett representa ese ímpetu?, le pregunté, y agregué: Asimismo, el rock alternativo se sube al escenario y con él un nuevo concepto femenino en ese ámbito. ¿Las chavas punk representan un feminismo renovado desde el terreno del punk rock?, pregunté de nuevo.

Enseguida Francisco puntualiza sus valoraciones y opiniones sobre todo esto.

En su evolución Joan ha cursado tres etapas significativas: con The Runaways, como solista y con The Blackhearts… Francisco Veloquio González nos comparte sus observaciones en torno a ellas; también indica gozosamente —desde la perspectiva de quien hasta la fecha ha sabido apreciar el rock y su evolución— sus particulares gustos al enfocarla.


Joan Jett, pionera del rock punk

Con Francisco Veloquio González *


¿Cómo conocí su música? Una exnovia rockera me presentó su música en un viaje que realizamos a San Antonio, Texas, a finales del año 1979, cuando iniciaba su carrera como solista, al menos su primer disco como tal que precisamente lleva de nombre del año de edición (Joan Jett 1979).

¿Cuándo y cómo? En aquellos años no tenía conocimiento del grupo The Runaways, con el tiempo me interesé en ellas, me parecían muy heavy para ser una banda de chavas “duras”, llegué a considerarlas el mejor grupo femenino de rock —aún lo veo así— sus conciertos en Japón así lo demuestran, en directo eran mucho más explosivas que en estudio, a veces creo que quienes las manejaron deseaban hacer algo más pop con ellas, no creo que lo hayan logrado.

Joan Jett como compositora es excelente, como cantante es muy competente en el medio, como guitarrista es genial. Además, habría que agregar que en sus inicios después de la separación de The Runaways su look fue transformándose de punk pop a una expresión carismática de elegancia del rock punk. La verdad es una fémina excepcional en todo lo que se ha propuesto artísticamente.

Respecto a si ha sido valorada en la ciudad de Monterrey, México… Tengo grandes dudas, porque en los años que empezó a dar a conocer su trabajo musical —digamos finales de los setentas e inicios de los ochentas— la radio regiomontana pasaba por un gran aburrimiento provinciano. Así, la escena era muy limitada, su música se escuchaba en los espacios de discotecas para bailar de jóvenes de clase media. Ya para los años 90 empezaron algunos pequeños bares en la zona céntrica de la ciudad donde la música de Joan Jett sonaba a nostalgia, pero ya contaba con más audiencia, de hecho, muchas jovencitas se llegaban a vestir igual que ella, con jeans deslavados y rotos, así como camisas negras con adornos metálicos y cuero muy punketas. Además, había una artista en la ciudad que trataba de imitar mucho esa escena, su nombre es Gloria Trevi, así que su influencia llegó a abrir espacios para una mejor audiencia por el rock punk en la ciudad.

¿El movimiento Riot Grrrl representa un ímpetu de rock alternativo? Sí, el feminismo punk es de las expresiones más sinceras, no esconden sus rostros, a mí me gusta su forma de ser claridosas, preguntonas y contestatarias. En la ciudad de Monterrey eso se ve hoy en circuitos de bares “cutres”, es decir, lugares de cerveza barata y malolientes y, de hecho, ahí es donde se escucha punk rock con grupos compuestos por chavas y chavos. Eso es ahora, la sociedad regiomontana es muy conservadora y tarda mucho en aceptar expresiones artísticas como el punk y además que sea expresado por mujeres.

El feminismo y las concepciones de equidad de género ha creado una atomización que repercute en todos los movimientos sociales que se han dado en nuestra ciudad, quizás sean distintos en otras latitudes. Pero sí considero que el feminismo punk es más fresco y ayuda a una renovación ideológica, al menos el estilo de vida que llevan así lo demuestra. La ciudad de Monterrey aún es muy mojigata en asuntos de preferencia e identidad sexual, suele estigmatizar a las personas que expresan sin tapujos su sexualidad, existe una actitud homofóbica muy atrasada respecto a los tiempos de hoy.

Etapas: Runaways, solista, Blackheart, ¿con cuál te quedas? Me quedo con lo actual, con lo más reciente.

¿Cuál es la canción que más te gusta? El disco Bad… (originalmente grabado en 1980) con The Blackheart es sensacional, la rola de “Bad”… tiene un beat excepcional, al final tiene a los Ramones tocándola, haciendo de la rola el sonido que seguramente buscaba desde hacía tiempo Joan Jett. Además, escuchar los covers: de “Shout”, “Wolly Bully” y “Hanky Panky”, para alguien que viene de los años sesenta es súper divertido, en esos covers se aprecia la frescura de su música. También el disco I Love Rock and Roll (1981), es genial su cover de “Crimson and Clover” y nada menos que la rola obligatoria para escuchar en navidades “Little Drummer Boy”. Esos covers me encantan porque es una forma de comunicarnos un estilo de poder contemporizar gustos musicales que seguramente la marcaron en su infancia y que seguramente muchos de nosotros sesentones también escuchamos y también nos marcaron.

¿Mejor álbum para mí? El de Good Music, me recuerda o sugiere mucho lo que hizo Jefferson Starship, algo de Grace Slick, Susie Quattro. Además, era el disco que le gustaba a todas las colegialas. Siendo profesor universitario me daba cuenta de ello. De hecho, el disco me lo regalaron unas alumnas.

Tengo sentimientos encontrados con el trabajo de Joan Jett, el cual lo considero muy original, con mucha intensidad y súper expresivo, su contribución con The Runaways —aquella rolita— “Cherry Bomb” ya dejaba ver su orientación no sólo como guitarrista sino también como vocalista del mejor rock punk expresado por una chava. Sin embargo, no hay que olvidar que con The Runaways tuvo una formación al lado de Lita Ford, guitarrista excepcional que se orientó más hacia el rock heavy, más dura, más hábil, con una certeza de los sonidos que quería encontrar de una manera simple, el sonido de la guitarra de Lita Ford es único y la considero mucho mejor que a Joan Jett. Esto me lleva un poco a la reflexión de lo que fue el grupo Yardbirds de los sesenta de donde salieron tres grandes guitarristas: Eric Clapton, Jeff Beck, Jimmy Page, con quién te quedas si los tres son unos monstruos. Así veo las dos guitarras de The Runaways. Claro, con toda la diferencia que obliga el querer hacer comparaciones. Joan Jett ocupa uno de los lugares más importantes como guitarrista.


* Francisco Veloquio González nació en Monterrey, Nuevo León. Ha publicado textos sobre rock, jazz, progresivo y música electro-experimental en diversos suplementos culturales, entre ellos Aquí Vamos de El Porvenir, revista electrónica Pantagruélica, revista Géneros y Contrasentidos, entre los que destacan “Crónica del rock: transición e inicios del rock en Monterrey”, “Panorama evolutivo del jazz”, “La sombra de Jimi Hendrix”, “Pedro Delfino y su propuesta vanguardista de música psicodélica”, así como “El concierto de rock en el palacio de gobierno y la subversión juvenil de los años setenta”. Actualmente está interesado en los circuitos de punk, electro-experimental y dark, y en la historia del rock en Monterrey.


Carole King, nuestra veladora

El otro día le mandé a mi hija Valentina el concierto que la BBC Four grabó de doña Carole King, le dije: “Vale: Mira, escucha una de las ‘veladoras’ de tu mamá”. Es un gozo compartirnos nuestras veladoras. Ese concierto fue grabado en 1971, Carole está al piano, la acompañan James Taylor, Danny Kootch y Jo Mama Group.

Esta mujer es una de las “veladoras” clásicas de Mita (mi compañera) y ambos disfrutamos de esta gran artista. El juego de la veladora es porque cada cual tiene sus íconos en el mundo del arte, y cuando se les aproxima uno tanto, el otro dice “yaaa… préndele una veladora” y así surge Tu Veladora. Enfocar a Carole King es elevar el gozo por su canto, su piano, su guitarra, su ritmo vital y su talento como compositora.

Nuestra veladora tiene encendida su llama votiva. Para incluir a esta genial compositora e intérprete en esta serie que me ocupa estos días, le pedí a un conocedor de la historia de la música pop, folk, rock que atendiera un puñado de preguntas y consultas: Enrique S. González, el Monstruo (el popular Monstruo dentro del movimiento contracultural regiomontano), aceptó de buena gana. En su momento Enrique respondió echando luz al perfil de Carole King. Enseguida presento su personal revisión de esta esplendorosa cantautora.


Carole, la primera compositora

Con Enrique S. González *


—¿Cómo describes la presencia de Carole King, como compositora y como cantante? Compone, canta y también toca el piano y la guitarra en sus canciones, ¿verdad?

Enrique: Carole King (Carol Joan Klein) es una veterana compositora/cantante de la segunda generación que sostienen la escena del R&R. Multi-instrumentista muy completa, activa desde el año de 1958 cuando lanzó su primer sencillo “Right Girl/Goin’ Wild”; sus instrumentos favoritos: el piano, la guitarra y su inigualable tono de voz.

—Ella comienza desde los años cincuenta, ¿verdad?

Enrique: Profesionalmente sí, pero cuando su papá dejó la universidad antes de graduarse, trabajó brevemente como locutor de radio, sentando así el precedente de un Klein frente a un micrófono. Él no se quedó en ese trabajo por mucho tiempo. Con la seguridad laboral en mente durante la Gran Depresión, ingresó al servicio civil y encontró su vocación como bombero de la ciudad de Nueva York. En Coney Island siendo muy pequeñita ella, su mamá y su papá se metían en esas primitivas cabinas de grabación de audio para grabar su voz en un disco de acetato negro para que pudieran preservar el momento para la posteridad. Esa fue su primera experiencia de grabación. En una ocasión Carole comentó que ya no tiene ese disco, pero todavía recuerda su voz de bebé de tres años diciendo: “Mi nombre es Carol Joan Klein, y vivo en 2466 East 24th Street en Brooklyn, Nueva York” cantando “Twinkle, Twinkle, Little Star”, y entonces comenzó a llorar.

—Hay una anécdota de su ¿noviazgo?, con Neil Sedaka… cuando estaban en prepa éste le compuso “Oh! Carol” ¿verdad? ¿La recuerdas?

Enrique: Neil había salido con ella cuando estaban en la escuela secundaria, y todavía se llamaba Carol Klein, por lo que usó su nombre. Gerry Goffin, el esposo de King, tomó la canción y escribió la juguetona respuesta “Oh, Neil!”, que Carol grabó y publicó como un sencillo sin éxito en 1958.

—En los sesenta destacan varias composiciones suyas que a la postre se volverían emblemáticas de su generación… enfócala en esos años.

Enrique: Como compositora, es imposible desasociarla de su primer esposo Gerry Goffin, ya que forman parte de la dupla más importante de compositores como hacedores de éxitos para otros intérpretes. Durante los sesenta, escribieron las letras de una serie de canciones clásicas para muchos artistas. King y Goffin también fueron los compositores detrás de Don Kirshner’s Dimension Records, que produjo canciones como “Chains” (más tarde cover de los Beatles), “The Loco-Motion” para su niñera Little Eva, y también “It Might as Well Rain Until September”, que King grabó en 1962, su primer éxito. King grabaría algunos sencillos de seguimiento a raíz de “September”, pero ninguno de ellos vendió mucho, y su carrera de grabación ya esporádica fue abandonada por completo (aunque de forma temporal) en 1966.

—Resalta dos o tres canciones que sientas como tus favoritas y dime por qué esas.

Enrique: “Take Good Care of My Baby” de Bobby Vee en 1961. “Locomotion” en 1962, que fue escrita originalmente para Dee Dee Sharp, pero Sharp la rechazó y se la dio a su baby-sitter: Little Eva. Estas dos canciones de los sesenta son de mis favoritas, porque encierran el “beat” y la nostalgia —perdida en la actualidad— de una forma de llegar al romanticismo de los jóvenes de esa época. “It’s Too Late” de 1970, esta última porque pertenece a la producción de Tapestry, un álbum con numerosos sencillos exitosos, incluido el número 1 de Billboard, “Tapestry” ocupó el puesto número 1 durante 15 semanas consecutivas, permaneció en las listas durante casi seis años y ha vendido más de 25 millones de copias en todo el mundo; fue la canción del año, convirtiendo a Carole en la primera mujer en ganar el Grammy, estando considerada la canción como uno de los 500 mejores discos de todos los tiempos por la revista Rolling Stone.

—Luego su discografía se amplía… o sea sé que sus discos se multiplican, pero ¿con cuál te quedarías?

Enrique: Tapestry 1971.

—¿Dónde ubicas a Carole King en la escena en que ha participado?

Enrique: Para mí es la primera compositora en el género del rock & roll por las siguientes razones, entre muchas más desde luego:

  • 1987, tanto ella como su esposo fueron incluidos en el Salón de la Fama de los Compositores.
  • En 1990, fueron incluidos en el Salón de la Fama del Rock and Roll en la categoría de no ejecutantes y por sus logros como compositores.
  • En febrero de 2013, Carole recibió el Grammy “Lifetime Achievement Award”.
  • El 6 de diciembre de 2015, fue honrada en el Kennedy Center Honors por su contribución vitalicia a la cultura estadounidense a través de las artes escénicas.

* Enrique S. González, el Monstruo —legendario personaje con su programa radial (en la RG) la Hora del Monstruo— iluminaba las noches con su programación entre muchos de nosotros. Enrique ha sido un profesional de los medios de comunicación regiomontanos. Participó en diversos programas radiales y televisivos, ha sido un conductor de televisión impulsor de diversos programas musicales, un locutor y DJ pionero en la radiodifusión de Monterrey. En la actualidad prosigue con su labor radial con un enciclopédico programa diario: “Almanaque, hoy en la historia del rock”, en Radio UdeM 90.5.


La legendaria Joan Báez

Una entrañable Joan Báez acaba de publicar el que será su último disco: Whistle Down The Wind. No habrá otro, pero no hay lamentaciones, su voz, su guitarra, sus composiciones seguirán entre nosotros. Activista legendaria, Joan ha sido siempre una defensora de los derechos civiles, cómo no verla, todavía, hombro a hombro marchando con Martin Luther King. Original cantautora, cómo no sentir la emoción que transmite con sus letras, con su canto, con su música. Íntima y profunda, solidaria y amorosa, cómo no pensarla en sus participaciones durante los mítines políticos de hace 50 años, cómo no recordarla en Woodstock… como rememora Luis Martín en esta entrega, cómo no saberla cantando con Bob Dylan a su lado… Cómo no ubicarla consagrada a las causas justas desde su musicalidad y su conciencia. Cómo no.

A Luis Martín le escribí para comentarle que armo una serie sobre varias mujeres en la escena musical norteamericana de hace 50 años, pero que permanecen entre nosotros. Le pregunté si aceptaría algunas preguntas en torno a esta hermosa artista… aceptó de inmediato y no tardó en responder mis preguntas y abundar en los conceptos que le expuse. Enseguida transcribo nuestro intercambio en el cual Luis Martín enfoca la carrera y la obra de Joan, desde su perspectiva como intelectual regiomontano.


Joan Báez, una dulce voz de protesta

Con Luis Martín *


¿Cómo defines la figura de Joan Báez?

Una mujer sencilla, franca, consciente de la libertad, sin aspavientos, ni usos parafernálicos de su fama y su postura.

¿Cómo recibiste su música?

Yo la conocí a mediados de los 60, un poco después de sus primeros éxitos con Dylan. Fue una grata sorpresa encontrar una voz dulce, diferente al corte que tenían las cantantes del folk song. Y en las temáticas de Báez no sólo había historias de amor personales, pues sus letras siempre llevaban un activismo, una actitud contestataria. Era como decir: No se puede ante tantas cosas que estaban mal y siguen estando mal, entre el poder y las clases marginadas.

Háblame de los recuerdos de sus inicios en la escena musical y su impacto en Monterrey ¿fue bien conocida?, digamos en los años sesenta, o sea, durante sus tres primeros discos y siendo ya una figura pública.

Siento que, aunque su presencia fue masiva en los medios, ya en los años setenta no lo fue de una manera tan marcada entre las grandes compañías de grabación. Al principio en Monterrey los seguidores éramos los músicos y los artistas e intelectuales. Poco a poco de alguna manera —en forma underground— empezaron a circular sus discos, sobre todo en las discotecas personales, más que en la radio comercial.

Su presencia es familiar hasta la actualidad… ¿cómo la sientes hoy en Monterrey?

En el mundo sí, y en ciertos círculos de intelectuales del país. Pero en Monterrey, una ciudad tan neoliberal y globalizada, está un poco olvidada. Tendría que venir a dar un concierto para que las nuevas generaciones la conozcan y realmente valoren lo que era la canción de protesta.

Un enfoque a su activismo en el escenario y fuera de él…

Desde sus inicios nunca se ha traicionado. Siempre ha estado presente en todo acto injusto o en solidaridad con los perseguidos o desplazados: En el escenario de Woodstock, en las protestas por la guerra de Vietnam, en la marcha a Washington de Martín Luther King, en las manifestaciones de San Francisco. Fue arrestada por su activismo. Se convirtió en el ícono femenino de la canción protesta en el mundo, y eso es algo que fue por ella misma, no por la publicidad de sus compañías grabadoras, pues esas noticias no eran aptas para las empresas grabadoras en esos años, hasta que las mismas empresas se dieron cuenta de que había que hacer capitalista al rock y fueron imponiendo la moda y todo se convirtió en disco y show y frivolidades.

¿Se puede decir que su canto es poesía?

Definitivamente. Una poesía con imágenes muy personales.

Sé que su obra es monumental, recién salió el que será su álbum final, Whistle Down The Wind (diez años después del anterior), no sé si ya lo escuchaste… pero a la pregunta que quiero llegar y que no quiero dejar de hacerte es ¿cuál disco prefieres resaltar? ¿O qué canción conservas para ti, cuál es la más entrañable?

Pues los primeros. Joan Baez in concert, “Blowin in the Wind” con Dylan, “Farewell Angelina”, “Reina de Corazones” o “Crazy Diamond”… de los más actuales “Brothers in Arms”. No he sido un gran seguidor, aunque me gusta mucho, y al escuchar sus últimas grabaciones se advierte que no ha perdido ni vigencia ni actualidad. Pero definitivamente el dueto con Dylan de “Blowin in the Wind”.

* Luis Martín (Garza Gutiérrez) es un notable director de teatro que ha forjado una brillante carrera en las artes escénicas tanto en Monterrey como en Ciudad de México. Se ha distinguido como actor, maestro de arte dramático, maestro de cine. También es productor de televisión; promotor cultural; periodista. Sus trabajos y sus días abarcan asimismo una actividad que lo completa, en la que desentraña el pasado de nuestra ciudad, la del entregado historiador regiomontano.


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