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El ajedrez de la libertad humana

Mónica Jazmín Díaz Martínez

Resumen

Como todos sabemos, el ajedrez es un juego en el que cada uno de los movimientos que se hacen con cada pieza están totalmente controlados por el jugador; este ejemplo lo utilizaremos para explicar el tema del presente ensayo. En él analizamos la libertad desde el punto de vista de los factores que intervienen en ella, así como del determinismo y los estudios recientes de las neurociencias, todos encaminados al cuestionamiento del ejercicio de la libertad, para así determinar nuestro punto clave: ¿Es responsable el hombre de sus actos? Tratamos de considerar qué tanto se asemeja la libertad humana con el ajedrez; en qué grado, el hombre se asemeja a las piezas y son controlados sus movimientos, la responsabilidad moral del hombre como autor de sus actos, así como las condiciones de su libertad.

Conceptos clave: Libertad, determinismo moral, responsabilidad moral.

Introducción

¿Es el hombre responsable de sus actos? Hemos visto en la sociedad a lo largo de la historia que el hombre que comete una falta es justamente castigado por la autoridad moral correspondiente, porque éste considera culpable por el acto cometido; y el hombre que actúa benévolamente es justamente gratificado por sus acciones, asumiéndolo como autor del acto. Pero, ¿qué sucede si en ambos casos el hombre actúa bajo la influencia de algo sobre lo que no posee control alguno? ¿Seguiría siendo autor propio de sus actos? Una acción nos pertenece cuando estamos plenamente conscientes y queremos realizarla, es decir, cuando somos libres, por ello debemos definir el concepto de libertad. Según Leonardo Rodríguez Duplá, en su libro Ética, existen dos tipos de libertad: la libertad de acción y podemos definirla como la ausencia de impedimentos para llevar a cabo lo deseado por el sujeto de la acción en sus designios reales o posibles; la libertad de querer o libre albedrío, del cual podemos hablar cuando realizamos un acto de autodeterminación; alguien es libre cuando las decisiones que toma son realmente suyas.

Aunque la experiencia del hombre al sentirse dueño de sus actos siempre hable a favor del libre albedrío, éste ha sido cuestionado por la tesis filosófica del determinismo, que en sus diferentes tipos declara ilusorias nuestras percepciones intuitivas de que somos libres en nuestras acciones y por lo tanto, en nuestra vida. También es importante hablar sobre el tema de las neurociencias, ya que sus diversos estudios nos muestran que la libertad podría ser una realidad biológica, o más claramente, una función cerebral.

Ambos puntos anteriores son de gran importancia para definir la postura de este ensayo acerca de la responsabilidad moral del hombre hacia sus actos, asumiendo que un ser no puede ser autor de ellos sino los realiza bajo condiciones de libertad, así pues, desglosaremos bajo qué tipo de condiciones el hombre actúa bajo su voluntad.

Condiciones de libertad en base a la conciencia

Hablamos de la responsabilidad de nuestros actos con base en nuestra libertad de conciencia. ¿Qué es la conciencia? Según el Diccionario filosófico de José Ferrater Mora, el término conciencia tiene al menos dos sentidos: en primer lugar, la percepción o el reconocimiento de algo —como una cualidad o situación— o de algo interior, y en segundo lugar, es el conocimiento del bien y del mal. Podemos hablar de estos dos sentidos como etapas de la conciencia del individuo, en las cuales la primera puede ser interpretada como el tener conocimiento sobre la acción y la segunda como el juicio ético propio de cada persona para determinar si el acto está bien o está mal.

De lo anterior concluimos que para que un sujeto sea autor de sus actos, en su libertad de conciencia:

  1. Debe tener conocimiento de la acción.
  2. Querer realizar la acción, sea considerada buena o mala.
Cumpliendo los dos puntos anteriores, si no existen impedimentos para que el hombre realice la acción se puede llamar autor de ella, es decir, bajo estos conceptos el hombre sí sería plenamente libre y responsable, y las llamaremos condiciones de libertad.

Factores del comportamiento humano que impiden la libertad

Ahora bien, ¿cuáles son estos impedimentos que influyen en el actuar del hombre? Es preciso aclarar que estos impedimentos que denominaremos factores pueden “estorbar” al hombre para realizar la acción, o pueden ser ellos la causa de que el hombre actúe. El primer caso se cumple cuando un hombre tiene ya su designio voluntario bajo condiciones de libertad, pero hay algún factor que le impide realizarlo. En el segundo caso, el hombre nunca cumple las condiciones de libertad, ya que el factor influye en el hombre para que éste realice la acción. En este segundo caso existen un mundo de factores que podrían ser la fuerza que obliga al hombre a actuar, es aquí donde el determinismo toma su lugar; haremos mención de algunos factores identificados:

  1. Funciones cerebrales: Los procesos mentales pueden influir en nuestro actuar, e incluso en nuestro estado de ánimo.
  2. Genética: Una gran parte del carácter físico y la personalidad están determinadas por este factor.
  3. Entorno: Las relaciones sociales y el ambiente donde se desarrolla el sujeto pueden influir en su modo de pensar y actuar.
  4. Circunstancias externas: Existen situaciones como la necesidad y la presión e incluso los mensajes subliminales e instinto de supervivencia que hacen actuar al sujeto en forma acorde a lo que está viviendo.
  5. Drogas o medicamentos, enfermedades y tratamientos psicológicos: El hombre actúa como efecto de éstos, por lo tanto los actos que se cometan bajo su influencia son propios del mismo efecto y no de la voluntad del ser.
En todos los factores mencionados el hombre no actúa por su libertad de querer, sino bajo influencia del factor, por lo que su libertad se ve anulada.

Veamos un ejemplo: En el libro La naranja mecánica, de Anthony Burgess, el tratamiento de corrección moral Ludovico, que se le aplica al protagonista, consiste en suministrarle una droga que provocaba náuseas, para después relacionarla con situaciones de violencia, de modo que cada vez que se enfrentaba a una situación así sentía náuseas a causa del tratamiento, no por su voluntad.

En cuanto al determinismo, sus diferentes tipos resaltan la existencia de factores bajo los cuales el ser actúa, cuestionando así la existencia de la libertad del ser, algunos son: determinismo teológico, metafísico, físico, epistemológico y psicológico. Todos pueden servir para explicar la influencia de los factores en el comportamiento humano. Es preciso aclarar que no se debe caer en el determinismo absoluto, que niega hasta los extremos que la libertad del hombre es nula totalmente, ya que hemos aclarado las condiciones de libertad.

No eres tú, es tu cerebro

Existe un tipo de determinismo que afirma que todo el pensamiento y la voluntad del ser humano dependen de las funciones biológicas de nuestro sistema nervioso: el neurodeterminismo, y para materializar este pensamiento tenemos los recientes resultados de estudios neurocientíficos, que señalan que son procesos neuronales los que causan los actos aparentemente voluntarios. Tomaremos para esta tesis los encaminados al estudio de la conciencia, que encuentran que las cortezas asociativas multimodales prefrontal y parietal del cerebro, las más desarrolladas en el humano, presentan una asociación previa de hasta 10 segundos antes de que las decisiones sean conscientes. Esto nos inclinaría a creer que en realidad no somos nosotros quienes tomamos las decisiones, sino nuestro cerebro, por lo que indirectamente podemos pensar que no somos responsables de nuestros actos si la decisión no es nuestra, y tomar esto como otro factor, pero hay que considerar que esto sería únicamente durante los 10 segundos en los que no tenemos conocimiento de la acción, por lo cual tendría que comprobarse que, aún conscientes de la decisión y el actuar, la conciencia es un proceso cerebral, y así podríamos decir que efectivamente el hombre actúa como esclavo de su cerebro. Mientras tanto, esto sólo representa 10 segundos en los cuales el cerebro se anticipa como predictor de la decisión del hombre, ya que las neurociencias en su etapa actual no han podido explicar aún los procesos cognitivos, afectivos-emocionales ni de conciencia como un proceso cerebral.

Conclusiones

Un ser es responsable de sus actos únicamente cuando se encuentra en condiciones de libertad, de otra forma aunque el acto haya sido cometido por él, no lo podemos llamar responsable, porque no lo realizó bajo su voluntad. Podríamos decir que de una u otra forma los factores siempre están presentes en las acciones del hombre, porque la mayoría de las veces actuamos como resultado de una fuerza mayor, como el alumno en la escuela, el trabajador al empleo, etc. Realizan las acciones muchas veces no porque ellos quieran hacerlas, sino porque su trabajo les demanda que las cumplan, por lo que todo el tiempo nuestra libertad está viéndose afectada por dichos factores, reconociendo la interacción entre ellos y el hombre.

En el caso de los tipos de determinismo como factores, la fuerza mayor se encuentra totalmente fuera de nuestro alcance y no interactuando con nosotros, por lo que cambiar las circunstancias sería prácticamente imposible, tal es el caso del determinismo teológico; si el hombre es libre no habría manera de determinar su conducta, pero si Dios sabe sobre ella, la conducta se encontraría ya determinada. Si esto lograra ser comprobado, anularía totalmente la importancia de las condiciones de libertad, ya que todo el tiempo seríamos piezas de ajedrez. Este caso es muy parecido al de las neurociencias; si nuestro cerebro pudiera ser comprobado como el causante de cada uno de nuestros movimientos, efectivamente la libertad estaría totalmente fuera de nuestro alcance, pero una vez más, son sólo teorías, que siendo comprobadas pondrían a la luz el ajedrez de la libertad humana.

Existirán tal vez seres no preparados para la libertad, o para la ética, seres que prefieran seguir normas establecidas, acomodados en el fondo del universo, donde la verdad sea cualquiera que parezca buena; ¿qué clase de vida sería esa? Lo cierto es que para ellos tal vez sea mejor estar así. Según Aristóteles, en su libro Ética Nicomaquea, sólo le conviene ser libre al ser vivo que es capaz de la felicidad.

Bibliografía

Rodríguez Duplá, L. (2006). Ética. Madrid: BAC.

Ferrater Mora, J. (1994). Diccionario de filosofía. Barcelona: Ariel.

Giménez-Amaya, J. y Murillo I., J. (2009). “Neurociencia y libertad: una aproximación interdisciplinar”. En Scripta Theologica. Número 41, pp.13-46. Madrid. Recuperado de www.unav.es/cryf/neurocienciaylibertad.pdf‎.

Fusch, T. (2006). “Ethical Issues in Neuroscience”. En Current Opinion in Psychiatry, pp. 600-607. University of Heidelberg, Germany. Recuperado de http://www.klinikum.uni-heidelberg.de/fileadmin/zpm/psychatrie/fuchs/Neuroethics.pdf.

Burgess, A. (1962). The Clockwork Orange. Londres: William Heinemann. Aristóteles (2011). Ética Nicomaquea. México: Época.

* Ensayo presentado en el III Coloquio Filosófico del SEMS 2014

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