Quiero saludar y agradecer a los asistentes por su presencia, a los organizadores, por buscar arduamente la difusión de la lectura en los jóvenes y por su puesto al doctor Fernando del Paso, es un placer y un honor conocerlo en persona, después de imaginarlo tantas veces tras la tinta de sus versos, y porque compartimos el dolor en el pecho de pertenecer a un país mutilado y dormido. El fomento de la lectura debe ser base en la educación de un pueblo que necesita un cambio.
Actualmente los lectores padecen de la incomprensión de sus semejantes, la inopia y apatía del entorno. El acercamiento a la literatura comienza muchas veces en casa, como diversión o entretenimiento, sin embargo abre un amplio camino hacia la libertad. Un pueblo que lee es un pueblo libre de violencia, de represiones, desigualdades y marginación. Leer otorga un sentido de identidad. Identificarse con el tiempo y el espacio en las palabras. Es aprender a conocerse a uno mismo, a nuestra realidad. Todo lo que nos rodea y cómo se engloba desde diferentes visiones. Anhelo que gracias a este proyecto se sumen muchos jóvenes a las voces inacallables, las escritas. Que se atrevan a imaginar, a descubrir emociones, que se sientan orgullosos de los orígenes del pueblo mexicano y encuentren motivos para continuar una marcha firme hacia algo distinto.
Que se sumen como me he sumado yo y muchas personas que admiro profunda y fervientemente. Gracias a quienes exhortan e inspiran a los estudiantes y los guían para encontrar las palabras propias, quienes siembran en nosotros una convicción de expresarnos plenamente. En lo personal, gracias al doctor Luis Rico Chávez (de quien desearía que me acompañara en estos momentos), por despertar mi interés no sólo en la lectura, sino por hacerme tripulante de una nave de locos y participante activa en el arte de la literatura. La enseñanza acompañada de ratos agradables, compañerismo y trabajo. Principalmente trabajo, no buscábamos la inspiración, ya sabíamos que estaba muy ocupada vendiendo sus carnes en San Juan de Dios, como nos enseñó el profe Rico.
Ni los lectores ni los creadores habitan mundos ajenos. Conocer y amar las letras concibe rebeldía y la rebeldía no es un insulto, la resignación sí. Leamos para alimentar a las nuevas ideas y el pensamiento creciente, la conciencia, y el sentido crítico en pos de una patria agonizante, de jóvenes estudiantes que piden a gritos libertad. Gracias.
Palabras pronunciadas durante la presentación de la colección “Caminante”, como parte del Programa Universitario de Fomento a la Lectura Letras para Volar de la Universidad de Guadalajara, coordinado por el escritor Fernando del Paso, en el Paraninfo, en el marco de la celebración por el Día Internacional del Libro.