Rolando Revagliatti
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La distancia

Cuento

Juan López Figueroa

México

    Son las 4:35 pm. Ella dijo que se conectaría a las 4:30. ¿Y si le pasó algo?
    No creo, ella te hubiera avisado.
    El hubiera no existe, y no lo hizo.
    Ella no es así, además te dijo que te tenía una sorpresa.
    Quizás se retrasó por la sorpresa.
    No creo, ella es muy puntual y… ¿cuál puede ser su sorpresa en facebook?
    Calmado.
    No me digas que me calme.
    Entonces me calmaré yo, que al final de cuentas es lo mismo.
    No hagas cosas que yo no quiero.
    Pues cálmate, ya basta de tus locuras, por eso luego nadie nos hace caso.
    A ti nadie te aguanta.
    Cálmate.
    Arrrg… ¡Ya!…
    —Raúl, te hablan acá abajo.
    —Demonios, quién me interrumpe cuando estoy tan ensimismado en mis pensamientos.
    —Pues ven a ver, creo que te vas a alegrar.
    Pues lo dudo mucho la verdad.
    —¡Ya voy!
    Con mil “#°!$%#!…
    —Hola, esperaba verte conectada… como me dijiste a las 4:30, estaba en la máquina esperándote.
    —Ay sí… pero pues te dije que te tenía una sorpresa y aquí estoy (con los brazos en forma de cruz).
    —Ay loquilla (la abraza)…
    Ching#!$!”$ yo allá arriba como tu p”#”$°°”#% esperando…
    La verdad que nadie te entiende.
    Tú cállate, luego arreglamos cuentas.
    Si serás idiota.
    —Te siento extraño, como pensativo.
    —Para nada, es la sorpresa de verte aquí.
    —¿Y qué vamos a hacer? Traje unas películas y son las 4:45; alcanzamos a ver unas dos. Pensaba llegar a las 4:30 pero se tardó mucho el camión…
    La verdad siento que me deja ser más yo en facebook.
    Ay, pues ni modo.

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