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Yo, el Viajero Con mis Parcas*

Veselko Koroman Croacia


Granos

De la espiga del trigo
dependen y también de mis
manos. En la roca seca
puedo dejarlos
o darlos a la tierra para que,
después del invierno, vuelvan a nacer.
Este es un pequeño privilegio
de alguien que está en la sombra.


Mientras no estaba

Sobre mis penas hablaban,
envejeciendo,
vides, peces, Alkey de Mytilena.
Y ahora estoy aquí y tranquilo,
y no puedo pronunciar ni una palabra.
Temo que no oliese a cabello
como el vino de la vid helénica,
o que dijera algo parecido
a aquello que dice la boca de la orca muda,
de mi célebre hermano de Mytilena.
Porque todo me dice: que tú, a quien llaman ser
pequeño, dulce parpadeo,
fuera de los genes, sin embargo, eres Único.


Esta meseta

Entre el viento parado vertical
y bello por eso, mucho más bello
que el río de triste brillo,
¡que sea bendito en este mundo!


En tiempos remotos

Me fui por la
Ciudad hacia el norte,
llevando las
Naranjas negras,
despierto como
El libro del amanecer.
En mí ardía
Una lámpara de espinas,
se llamaban
El brillo y la herida,
Donde sea que sueñe
En este mundo.
Miraba extrañado
Mientras gobernaba el polvo
como
Verdeaba lo que estuvo
aquí,
Al día de todo.
Y que la muerte beberá
El jugo de la hierba mora,
oí además
Más antiguo que el tiempo
Yo, el viajero,
con mis Parcas


* Con estos poemas concluimos la publicación de los textos del libro
Yo, el Viajero del poeta croata Veselko Koroman, incluidos en nuestra
revista gracias a la generosidad de la Editorial La Zonámbula y su
director, Jorge Orendáin.


Jumb35

El sueño de Emilio

Héctor Montes


Jumb36

El mismo lugar

Manuel Sandoval


Jumb37

A remo del viento

Rubén Hernández