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Reflexión ética para pensar la vida
de manera intencional

Juan Manuel Ortega Partida | Yésica Cecilia Núñez Berber

La filosofía no sirve para nada…
para nada más que para aprender a vivir
José Ortega y Gasset

Resumen

El curso de Reflexión ética que se imparte en el Bachillerato General por Competencias de la Universidad de Guadalajara busca el análisis de las conductas morales a partir de la recuperación cotidiana de la expresión formal de los juicios, un acercamiento a las teorías éticas desde el punto de vista de los hechos concretos a los que el joven estudiante se enfrenta en su vida diaria. No se busca moralizar o formar en un cierto relativismo; por el contrario, pretende colocarse críticamente con el universalismo a efecto de tomar un cierto posicionamiento en el sentido de reconocer la vida de manera intencional.

Meditar, comprender, analizar determinadamente, obtener conclusiones es tarea de la ética como estudio de la moral efectiva, vivida en forma intencional por los hombres y mujeres en una sociedad. Valorar, emitir un juicio sobre un tema ético como el aborto, el sacrificio de animales para el consumo humano, el calentamiento global relacionado con nuestros hábitos de consumo, la lucha por la igualdad y la no discriminación, implican un posicionamiento o ejercicio de vivir de acuerdo con ciertos valores.

El pensamiento reflexivo consiste en observar críticamente la vida cotidiana como un constante hacer de manera intencionada la realidad y las relaciones en las que un sujeto vive o desea vivir, por lo que la reflexión es la puesta a punto de recocer y fundamentar las razones de cómo los seres humanos viven y de la forma particular de cómo un sujeto es consciente de lo que vive, de sus limitaciones y de reconocer la fuerza de su actuación con sentido de pertenencia y responsabilidad.

Palabras clave: filosofía, reflexión, ética, intencionalidad, vida.


Introducción

La enseñanza de las disciplinas filosóficas en los estudios de Bachillerato General por Competencias se presenta enmarcado en la visión instrumental en la que se presume que la filosofía es una herramienta para la comprensión de la realidad, del hombre y del sentido de su existencia, así como del análisis crítico reflexivo de su conducta moral.

La reflexión ética, desde esta perspectiva, implica primeramente poner en un estado de duda o de conjetura mental al pensamiento, además de la necesidad de indagar, de investigar y formular un posicionamiento que esclarezca las dudas y que aclare la perplejidad de la acción humana. Lo anterior implica que en la práctica curricular docente la función de la filosofía será analítica, en tanto que transforma una situación de aprendizaje como provocadoramente oscura, contradictoria y conflictiva, para ser planteada en una situación que se presenta dada, pero establecida armoniosa y conceptualmente coherente con las intenciones o fines de realización de los sujetos concretos.

La reflexión es una acción provocadora y liberadora, confortable e intelectualmente lúcida para discernir y orientar hacia el bien. La idea de reflexionar sobre la ética infiere el desarrollo de competencias cognitivas para observar la conducta moral como expresión o manifestación cultural, donde lo rutinario se presenta como contradictorio.

La filosofía como área de conocimiento se presenta como un vasto campo teórico de problemas a los que se ha dado respuesta a lo largo de la historia de la humanidad. La filosofía es retórica, es dar razones, es análisis del lenguaje, pero es también acción práctica, es compromiso por un mundo mejor. La ética es la reflexión sobre la moral, sobre la idea del bien, lo justo o injusto, lo aceptable o lo reprochable desde el punto de vista de lo bueno o lo malo considerado socialmente.


Filosofía como ángulo de lectura

La filosofía es una actividad que analiza la forma de pensar y reflexionar sobre el sentido de lo que se hace o se deja de hacer. Pensar que lo comprendemos todo es una forma arrogante de situarnos frente al conocimiento, por tanto se presume que la filosofía es ese gusto interminable de buscar el qué, cómo y el porqué de nuestro conocimiento, es ese constante preguntar y replantear lo conocido, lo que nos coloca en un ángulo de pensamiento de la realidad como constante por ser conocida, pero también de ser conscientes de la forma de cómo conocemos dicha realidad.

La realidad es ontológicamente explicada por las ciencias particulares, en tanto que la epistemología nos sitúa en el reconocimiento de la lógica empleada para conocer dichos objetos; para algunos pensadores se trata entonces de dar cuenta del lenguaje como objeto de la filosofía. Sin embargo, la filosofía es más que ese gusto interesado por la verdad: es también una explicación sobre el sentido de su existencia, de lo que es el hombre y de lo que es posible esperar.

Llevar la vida con filosofía es pensarla como fundamental desde un punto de vista antropológico, donde el hombre da a su existencia el sentido de vivir la vida con un propósito ético. Es a partir de la sabiduría de la palabra lo que marca el sentido, lo que nos ubica en la utopía como establecimiento de la esperanza, como parte fundamental del deber o lo que el ser humano puede esperar; en contraposición se encuentra la nada, explicada como ausencia de propósito y negación de la razón.

La vida con sentido ético. Es a partir de la sabiduría de la palabra que nos conducimos con sentido de pertenencia y de realización. Es por esta razón que se educa a las nuevas generaciones en el esclarecimiento del discurso y la retórica poética a modo de direccionamiento para el desarrollo de hábitos y estilos de vida para la buena vida.


Por qué y para qué ética

La reflexión es una actividad epistémica de mediación sobre un sujeto que es consciente de los fundamentos a partir de los cuales se actúa. Se afirma entonces que la filosofía enseña a pensar, por tanto la ética y la educación ciudadana son indispensables en la formación de seres humanos y profesionales comprometidos con la lucha por la libertad.

La ética como exigencia de realización de la moral, como capacidad autocrítica acerca de la idea de realizar actos buenos y justos, pero es también una exigencia cultural que dicta imperativos a los sujetos como creencias o normas culturales propias de la comunidad. La reflexión no consiste en asegurar que se actúa de acuerdo con la razón, que se tiene control de fuerzas impulsivas de carácter antropológico como predeterminación al bien.

Una idea generalizada de la función de la ética es la clarificación de valores que ayudan a un sujeto en el arte de orientarse correctamente en la vida. Una especie de guía o brújula de orientación para el viaje de la vida. Se necesita de la ética para dar respuesta a las necesidades que sentimos de justicia, disponer explicaciones que justifican nuestras acciones para enfrentar los hechos de la vida cotidiana, dar respuestas a problemáticas de la convivencia para valorar o rechazar ciertos principios morales.

En una visión aproximada de las tendencias éticas encontramos las autónomas y las heterónomas. Las autónomas se sustentan en principios autónomos relativos a la autodeterminación, a la definición de un proyecto de vida, a la soledad y la inseguridad de defender ideas o convicciones personales, o simplemente de seguir tradiciones religiosas e ideológicas desde una actitud crítica y reflexiva. Por su parte, las heterónomas surgen de un poder que impone normas claras, dan seguridad, dan obediencia y dan cohesión al grupo.

El conocimiento de la ética como rama del saber práctico aporta al estudiante unos contenidos y una forma de percibir la realidad humana; aunque esto no llegue a modificar las convicciones de quien estudia ética, sí le ayudarán a la reflexión ética. Se reflexiona a efecto de proyectar el interactuar de una persona respecto a todo y, de esta forma deliberada e intencional, actuar de acuerdo con los resultados de dicha actuación. Pensar un curso de ética desde una perspectiva reflexiva es hablar del modelo académico que necesariamente propicia o hace posible explicitar cómo es pensado un contenido que atienda la formación integral de un estudiante; es también tener en cuenta cómo es abordado dicho contenido desde el punto de vista del desarrollo de ciertas competencias, pero también es, sin lugar a dudas, una respuesta al para qué y el por qué de la reflexión.


La paideía

La paideía antes que la filosofía. Teoría y práctica de buen comportamiento es parte del deseo de formar a un buen ciudadano que respeta el marco normativo que encauza la actuación de los seres humanos, las virtudes que son cultivadas, la vida cotidiana que se vive en la casa de la cultura que son las escuelas. La reflexión ética es la capacidad de realizar actividades intelectuales de reflexión, análisis y síntesis, deducción e inducción y pensamiento hipotético para la toma de decisiones y resolución de problemas con sentido ético.

El papel del discurso mueve el corazón del ser humano. Un curso de reflexión ética es un ejercicio racional de esclarecimiento de los valores que guían el propósito de vida. El conocimiento de tesis, frases o explicaciones teóricas son la base fundamental, luego el sarcasmo, la duda, el cuestionamiento y la puesta en práctica de lo dicho es lo que lleva al esclarecimiento de lo que se persigue como desarrollo de competencias a lo largo de la vida. El bachillerato no busca la moralización de los sujetos, es tan solo de crítica a partir de la ética como herramienta de reflexión que piensa en la vida de manera intencional.

El marco conceptual de la ética consiste en el cuestionamiento del ámbito moral. Su marco conceptual busca pensar y ensanchar el conocimiento y dar orientaciones al comportamiento, por lo que la tarea de su enseñanza consiste en articular los niveles de congruencia entre las palabras y los actos; en el aula se busca desarrollar habilidades diversas para observar y conceptualizar, pero sobre todo es una oportunidad de socialización y colaboración grupal, de desarrollo de proyectos, de relación entre las palabras y los actos, de responsabilidad compartida por un mundo mejor.


De la reflexión ética a la ética práctica

El hombre es un ser con necesidad de educación. En los estudios del Bachillerato General por Competencias que se imparte en la Universidad de Guadalajara, la ética no tiene por objeto la moralización o desarrollo práctico de un buen comportamiento. El curso de Reflexión ética no busca que el joven estudiante aprenda reglas de buen comportamiento o la adhesión acrítica de un código moral. Los actos morales implican la necesidad de elegir entre varias opciones posibles. Se aprende a identificar y clarificar los argumentos, esto es, a fundamentar la opción elegida por los principios que subyacen en el acto moral y por las consecuencias, teniendo en cuenta una serie de consideraciones que se requieren para sustentar un punto de vista moral.

Elegir en un curso de reflexión ética supone el esclarecimiento de lo valioso o el disvalor entendido como lo menos valioso moralmente. En la reflexión de lo que es bueno, un alumno puede llegar a percibirse exhibido, cuestionado en sus costumbres, creencias y convicciones, por lo que se subraya que corresponde al profesor crear un clima de respeto a la individualidad, y al estudiante asumir el reto de fundamentar y explicitar los argumentos de sus explicaciones. Por ejemplo, se puede considerar como principio de vida decir la verdad, pero en la ética médica se podría considerar que engañar a un enfermo es preferible, por lo que entonces el alumno debe argumentar y fundamentar su posición al respecto.

En un curso de ética se reflexiona sobre los grandes principios morales a modo de ideales a los que se puede reducir a una forma embrionaria de moralización, sin embargo de lo que se trata es de trabajar en un cierto pragmatismo propio de la vida cotidiana, a efecto de que el estudiante reconozca que la unidad de aprendizaje tiene sentido, por lo que se deben considerar los siguientes planteamientos:

  • Desarrollo de pensamiento hipotético para el análisis de casos, generación de ideas, solución de problemas y transferencia de conocimientos a la práctica.
  • Observar y analizar fenómenos y problemas propios de su campo ocupacional con sentido ético.
  • Mostrar apertura a nuevas situaciones, reconocer y valorar la multiculturalidad, así como trabajar en ambientes laborales inter y multidisciplinarios.
  • Realizar trabajo colaborativo y mostrar capacidad para relacionarse con profesionales de otras áreas, además de ejercer la crítica y la autocrítica en forma constructiva.
  • Actuar con criterio ético en el ámbito personal, académico, social y profesional.

El estudiante desde este enfoque reflexiona acerca de las ideas morales que determinan modos de convivencia humana para la conformación de la identidad, pertenencia y compromiso de los individuos por los valores de la vida, la libertad y la dignidad por los que históricamente ha luchado el hombre; además, problematiza en forma crítica dilemas ético-morales para la toma de decisiones que le permitan tener conciencia de los otros en su entorno local, nacional e internacional, por lo que cobra sentido que las actividades de aprendizaje se centran principalmente en:

  • Analizar el comportamiento moral concreto de los individuos desde las orientaciones éticas para fundamentar el grado de pertenencia, intencionalidad y compromiso individual y colectivo en el marco de una sociedad diversa.
  • Elige soluciones a problemas éticos y morales para fortalecer el proyecto de vida a partir de las oportunidades de desarrollo que ofrece la sociedad en la que vive.
  • Juzga el grado de formación, obligatoriedad, valoración, realización y responsabilidad por la vida, por la felicidad en el marco del fortalecimiento de una ciudadanía mundial comprometida con sus entornos naturales y culturales.


Conclusiones

La reflexión ética es constitutiva de la formación integral. En el enfoque por competencias implica el estudio del entorno y las pro¬blemáticas que se presentan al estudiante; la recuperación de los fenómenos sociales, las problemáticas, así como las soluciones, que se formulan en el marco de la diversidad, es el centro de debate que define una formación para la vida. La reflexión filosófica busca el análisis de los fundamentos que conforman una visión de bienestar, equidad, libertad, felicidad y realización de los seres humanos; por tanto, la razón de las nociones que expli¬can el modo de ser, el carácter y las formas que perpetúan o transforman el deber hacia el compromiso que adquieren los seres humanos, objeto central de esta unidad de aprendizaje para estudiantes de bachillerato.

La filosofía no solo consiste en teorías y formas de abordaje para hacer crítica del estado de cosas existen¬tes, sino, por el contrario, se trata de una actividad intelectual de comprensión para participar en la búsqueda de una sociedad que, reconociendo sus diferencias, se acerca al otro de cara al compromiso por la conquista de un mundo mejor, donde la responsabilidad determina el grado de inclusión y participación social.

La reflexión ética es pensada en la aplicación de juicios morales desde la intencionalidad de los conceptos de libertad, justi¬cia, democracia, vida plena o buena vida, plan y proyecto de realización, y se concibe como un ejercicio permanente en su desempeño como individuo comprometido consigo mismo, la naturaleza y la sociedad. Como reflexión, en tanto estrategia y actitud, es una forma de comprender los valores y prácticas éti¬co-morales en los diversos campos del conocimiento, la participación política, la producción y apreciación artística, la comunicación y pensamiento para la conformación de la identidad, el pensamiento crítico y la participación ciudadana. Esta unidad de aprendizaje busca formar un estudiante de bachillerato que se desempeñe con responsabilidad en la vida social y profesional y logre su realización como ser humano en el mejor de los mundos posibles.


Bibliografía

Comte-Sponville, André (2001). La felicidad. Desesperadamente. Madrid: Paidós Ibérica.

Hadot, Pierrre (1998). ¿Qué es la filosofía antigua? México: Fondo de Cultura Económica.

Lind, Georg (2007). La moral puede enseñarse: Manual teórico-práctico de la formación moral y democrática. México: Trillas.

Savater, Fernando (1998). Ética como amor propio. Madrid: Grijalbo.

Universidad de Guadalajara (2009). Bachillerato General por Competencias del Sistema de Educación Media Superior de la Universidad de Guadalajara.

Universidad de Guadalajara (2015). Programas actualizados de Humanidades y Sociedad del Bachillerato General por Competencias.


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