Echados en el piso
los sueños se incompletan
obstruyendo a la libélula su cauce
despiden hedor a rendición
ese aroma a postergarlo todo
mientras el tiempo
maquilla la cara con arrugas
le quita vida a los segundos
inunda de grasa el organismo
en el vientre gesta morbidez
inmovilizando el alma
con sebáceos grilletes
que no se romperán jamás
Entonces se adopta la máscara
de la calma, de la paz…
Qué nos dice el tornado cuando gira
y su cuerpo de trompo da trompadas
y a su paso arranca de raíz
anhelos que se deshidratan
Qué nos dicen las casas en añicos
mostrando sin recato
sus historias felices arruinadas
por un aire endiablado
Qué nos dicen las infelices putas
de las que todos hablan y solo algunos usan
y en ese vaivén incomprensible
rompen sueños y destruyen ansias
Qué nos dices espejo de mil caras
reflejando desnudeces aturdidas
mostrando el rostro de quien no comprende
para/qué/carajos/vino a esta vida
Y qué nos dices vida: Cierra el círculo
pero cómo se cierra el desgraciado
si el inicio y el final jamás coinciden
es entonces espiral que arrasa todo…
La desilusión se traga con saliva amarga
mientras el ánimo repta en el abismo
los otoños se resbalan por tu calva
joyero de intelecto
atesorado en terciopelo de avaricia
Con besos exentos de emoción
entregaste a cuentagotas tu aliento
recibe gratitud hipócrita
de un rostro abatido
que arrebata tus pertenencias
a cambio de desiertos
Vida de alegría fugaz
con rayos de sol calcinando las entrañas
costal rancio cargado en la espalda
falso apoyo hace a las rodillas gritar:
Aun soy joven/perdón/te vas.
Después de tres días
el olor de tu recuerdo
huye tras de ti, sigiloso por la ventana.