A José Kamuel Zepeda le sigo la pista desde hace muchos años. Desocupado lector, y desocupado en tantas áreas, mis ocios no me alcanzan para abarcar todos los temas que me interesan. En mis deambulares erráticos entre librerías, bibliotecas, museos, galerías, teatros, auditorios y tantos espacios que resguardan y muestran el arte en sus infinitas manifestaciones, en cierta ocasión me encontré el CD (¿alguien recuerda todavía lo que eso significa?) Música jalisciense para piano volumen II. Por lo que representa para mí como oriundo de este terruño, nació en mí la inquietud de conocer al responsable de la interpretación de estas piezas, además de ahondar en el conocimiento de los compositores (José Rolón, Arnulfo Miramontes, Higinio Ruvalcaba, José Pablo Moncayo, Hermilio Hernández y Antonio Navarro). Qué remedio, soy jalisciense y todo lo de Jalisco me interesa. En fecha reciente tuve oportunidad de tapar uno de los huequitos que dejan en mi ánimo las dudas y las inquietudes que me mueven por acercarme más a la esencia de lo que somos, cualquier cosa que esto sea. Así que transcribo a continuación parte de la charla que sostuve con este notable intérprete de nuestra música, que desahogaré en ediciones sucesivas. De pasada les dejo el vínculo de su canal en YouTube, que merecería tener más vistas y más seguidores.
Luis Rico Chávez: Me gustaría que, en primer lugar, me hablara sobre su interés por la música y los músicos de Jalisco.
José Kamuel Zepeda: Mi interés comenzó desde hace 30 años (entre 25 y 30 años), cuando estudiaba en la Escuela de Música, hoy Departamento de Música; llegaron a mis manos unas partituras de Arnulfo Miramontes, compositor que todavía permanece casi desconocido, originario de Tala (justamente ayer apenas se estrenó su obertura Primavera, a cargo de la Filarmónica de Jalisco, que con motivo del 200 aniversario del estado incluyó en cada concierto compositores jaliscienses). En esos años (1990-1995) me llegaron decenas de partituras para piano de este compositor, y me llamaron muchísimo la atención. Yo no había oído hablar de él; conocía a los mexicanos más famosos, Ponce, Felipe Villanueva, Ricardo Castro, pero este, me dijeron, es de Tala, es jalisciense, y de ahí nació una curiosidad inmensa. Empecé a revisar todas esas partituras y a seleccionar las que me gusta tocar, un material romántico, muy tradicional, y casi desde entonces han formado parte de mi repertorio esas mismas obras. Ya más adelantito, como vi que había otros compositores, no nada más este Miramontes, entré en un programa de apoyo a la investigación para estudiantes sobresalientes; tenía que buscar un tutor, un investigador de la Universidad que tuviera un proyecto, y uno se incorporaba como una especie de auxiliar; me incorporé con Antonio Navarro, que estaba a cargo de un proyecto de compositores jaliscienses del siglo XX. Me reuní con él y revisamos una lista muy larga de nombres: José Rolón, Arnulfo Miramontes, Clemente Aguirre, Antonio Gómez Anda, Higinio Ruvalcaba, etcétera. Empezamos a trabajar en buscar partituras, datos biográficos, contactar a los familiares, a la gente que nos apoyara a localizar los acervos, dónde están las partituras. Emprendí una serie de actividades de difusión, de rescate, de localización de archivos, partituras, y hasta la fecha he seguido con esta labor, pero ese fue el inicio, la obra de Arnulfo Miramontes.
LRCh: Y sobre este trabajo, ¿cuál es la recepción, en Guadalajara, en Jalisco, por parte de las autoridades, del público? ¿Usted recibe apoyo, la gente se interesa?
JKZ: Apoyo no he recibido, ha sido más mi gusto. Como apoyo, serían esos dos años del programa de apoyo a investigación para estudiantes sobresalientes de la Universidad. Posteriormente presenté un proyecto a la Secretaría de Cultura, en 2003-2004, que me permitió realizar un libro de partituras, una recopilación de varios autores jaliscienses, Arnulfo Miramontes fue uno de ellos, Higinio Rubalcaba, y un contemporáneo, Hugo González Murillo. También tuve apoyo para realizar la biografía de José Pablo Moncayo, el famoso autor del Huapango, de quien no había prácticamente nada escrito en el país; algún librito, algunos artículos, material muy aislado, y yo tenía mucho interés en profundizar en su vida. Presenté un proyecto a la Secretaría de Cultura y se publicó el libro Vida y obra de José Pablo Moncayo en el que incluí toda su trayectoria, su catálogo de obras, fotografías, una serie de retratos, cosas inéditas que encontré. También he recibido algunos apoyos para tocar las obras en recitales… pero realmente mucho interés no ha habido; un apoyo, un interés institucional real no lo he percibido desde que comencé y no, no he visto una línea gubernamental que se interese por un proyecto de rescate como debiera ser, de tener un archivo adecuado dónde resguardar esos documentos, editar todas las partituras manuscritas, grabar las obras, programar conciertos… todas las etapas que requiere esta actividad. Pero el público ha sido muy receptivo; cuando he tocado la obra de diversos compositores ha sido muy bien recibida; en ese caso sí puedo afirmar con seguridad que al público le interesa y le gusta. El problema es que [estas obras] no han llegado [al público] precisamente porque no existe la facilidad para que el músico toque las obras. Falta difusión; el problema empieza por las partituras: como no están al alcance de los músicos (hablamos de intérpretes solistas, ensambles de cámara, orquesta sinfónica), no disponemos de las ediciones necesarias para que los músicos mexicanos las interpreten, y por eso no llegan al público.
LRCh: ¿El Conservatorio de Música de la UdeG cuenta con un área especializada de conservación?
JKZ: No tenemos una sección especializada para esto. Hay investigadores solamente que presenten sus proyectos independientes; está la maestría en Musicología, que sería el área más afín a esto de lo que hablamos, pero no hay un proyecto, una institución particular, de la universidad ni del gobierno encargada de esta tarea de difusión, de rescate, de investigación musical; solamente existen algunos, muy pocos, en dos o tres estados de la República. En la Ciudad de México existe el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical Carlos Chávez, que depende del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura.
LRCh: ¿Con alguna sección especial de Jalisco?
JKZ: No; más bien se enfoca en proyectos por compositor, y encuentras algunas cosas de José Rolón, de José F. Vázquez, los principales compositores jaliscienses, pero no hay un área de música de compositores de aquí; son proyectos de cada investigador, como Gabriel Pareyón, adscrito a esta institución. Pero realmente son esfuerzos aislados, intereses de gente como tu servidor que a veces logramos juntarnos y hacer cosas en común porque coincidimos, pero no, institucionalmente no hay un interés, no ha habido una visión en ese sentido de preservar y difundir el patrimonio musical de Jalisco. Pero afortunadamente, como el caso de ayer en concreto, que se tocó la obertura Primavera, y el jueves, en el concierto de la Filarmónica, me impresionó la respuesta del público. La obra se llevó una ovación muy muy grande, gustó muchísimo, y eso habla de que sí hay interés en el público, pero hay mucho desconocimiento de las autoridades, ignoran que existe todo este patrimonio, no hay interés o no hay la visión de preservarlo y de difundirlo.