No se trata de una propuesta nueva. A lo largo de mis años (casi treinta) como promotor de lectura he realizado un buen número de sugerencias que tienen como propósito fomentar el gusto por la lectura. Desde hace mucho tiempo, también, me di cuenta de que esta actividad generosa y desinteresada, útil e insustituible para el crecimiento de las personas, se enfoca primordialmente al área de literatura, lo cual representa apenas una parte de su esencia. La lectura involucra a todas las profesiones y a todas las áreas del conocimiento y de la vida.
Por tanto, en estas notas recuperaré diferentes elementos de esas sugerencias y los integraré a una propuesta más general y abarcadora vinculada con una palabra que por estas fechas está de moda (aunque ya no tanto): la transdisciplinariedad, o como le decíamos en nuestros tiempos, transversalidad, que no es otra cosa que la combinación de diferentes áreas del conocimiento, en los puntos que tienen en común y que las integra como parte del desarrollo académico, profesional y humano del estudiante.
Para tal fin, y para echar a andar el proyecto (que no se limite a ser una mera propuesta) este semestre (calendario 2019 B, de agosto a noviembre) invité a algunos compañeros de la Preparatoria 2 de la Universidad de Guadalajara. De igual manera, se notificó a las nuevas autoridades y, oficialmente, comenzamos a trabajar con nuestros alumnos. Los profesores que aceptaron la invitación son los siguientes (a ver cuántos llegamos al final del ciclo):
Entre las propuestas a las que me refiero al inicio de este documento, las he recogido en una ponencia que presenté para el Plan de Desarrollo Institucional 2014-2030 de la Universidad de Guadalajara, que titulé “La utopía de la promoción de la lectura”, publicado en el número 4 de esta revista digital. Me parece que lo anotado ahí sigue vigente y, desde luego, no se ha implementado, así que si en verdad existe interés en desarrollar actividades serias y efectivas de promoción de la lectura valdría la pena considerarlas.
De manera más específica, en otro momento desarrollé una nueva propuesta como alternativa a la implementación de la lectura espejo del Día Mundial del Libro, pues si bien en la Rambla Cataluña pudiera tener cierto impacto (aunque los medios de comunicación locales no dejan pasar ocasión para criticarlo por diversas circunstancias), entre los bachilleres se convierte en un antídoto contra la lectura; esta alternativa la titulé “Festival de la lectura”, publicada también en esta revista, en el número 18. De aquí tomo la mayor parte de las actividades que enumero enseguida, por tratarse de la puesta en práctica de tales sugerencias. Desde luego, añado nuevas propuestas y modifico otras. La promoción de la lectura, como Proteo, el personaje de la mitología griega, adopta múltiples formas, según las circunstancias, el contexto, la finalidad, los destinatarios, los promotores, los obstáculos…
A la fecha (julio-agosto) hemos realizado cuatro reuniones para discutir la cuestión operativa del proyecto. Somos cuatro los profesores que no hemos faltado a ninguna de ellas. Definimos un calendario de actividades adaptado a los tiempos de trabajo académico, procurando no interferir ni entorpecer otras labores escolares. Las actividades más significativas son las siguientes:
En mi página de internet (www.luisricochavez.com) tengo instalada la plataforma Moodle, donde cada profesor dispone de un espacio (un aula virtual) para trabajar con sus alumnos las actividades que se generen del presente proyecto; el primero de ellos, una encuesta sobre hábitos de lectura; al final se incluirá otro para evaluar el impacto del trabajo que realizaremos con nuestros alumnos.
Se trata de una actividad que yo desarrollo, de manera cotidiana, cada semestre con mis alumnos. Ahora participaremos todos los profesores involucrados en nuestros respectivos grupos. Puesto que mi área de especialidad es la literatura, las lecturas propuestas siempre se relacionaban con escritores como Julio Cortázar, Charles Dickens, Jorge Ibargüengoitia, Sergio Pitol, entre muchos otros; ahora, por tratarse de un enfoque transdisciplinar, nos enfocamos (además de los textos literarios) en libros de divulgación científica.
Específicamente la semana se realizará del 11 al 15 de noviembre, durante la cual los estudiantes presentarán los resultados de sus trabajos, derivados de las lecturas propuestas: la novela Barrio Santa Tere de Marco Aurelio Larios, quien participará en una charla con los estudiantes el 13 de noviembre a las 16:00 horas en el auditorio de la escuela; el libro Científicos en el ring de Juan Nepote, quien igualmente dialogará con los jóvenes el 14 de noviembre, a la misma hora y en el mismo espacio. Otras propuestas de lectura son los títulos disponibles en la sala de lectura “La nave de los locos” y los libros de la colección “La ciencia para todos” del Fondo de Cultura Económica y de “Ciencia que ladra” de Siglo XXI.
Como parte de las actividades de fomento a la lectura, tengo a mi cargo un taller de creación literaria, que funciona prácticamente desde mi ingreso como profesor de la Preparatoria 2 (hace unos tres lustros); este semestre eché a andar uno de ortografía, en modalidad mixta, presencial y en línea (en la plataforma Moodle instalada en mi página). Además, aquellos estudiantes interesados en participar en el XVI concurso “Leamos la ciencia para todos” recibirán asesoría de mi parte para la elaboración de su reseña.
Igualmente, desde mi incorporación como profesor a la Prepa 2, he estado a cargo de una sala de lectura, la cual, a pesar de un sinnúmero de obstáculos y complicaciones (de los cuales también hay testimonio en esta revista digital) sigue funcionando. Por estos días concluí el catálogo, disponible en línea para los estudiantes y los interesados.
Pretendemos, también, robar cinco minutos (un día a la semana) a nuestras clases, para dedicarlas a leer textos breves: una nota periodística que consideremos de interés para nuestros estudiantes, un poema, un cuento breve (cuya lectura no abarque más de los cinco minutos propuestos), una nota científica o de cualquier otra índole que consideremos pueda despertar la curiosidad de los oyentes; el profesor tiene libertad para escoger la lectura. ¿Su finalidad? Simplemente leer, y que los jóvenes piensen, sientan, deriven las conclusiones (o no) que mejor les parezcan. De cualquier manera, en la plataforma se habilitó un foro para que los voluntarios (se les pide, si así lo desean, que a lo largo del semestre elaboren dos comentarios breves, de tres a cinco renglones) opinen sobre la lectura en completa libertad.
¿Qué esperamos lograr al final del ciclo? Debería contestar que nada, que simplemente buscamos plantar la semilla de curiosidad nacida de la lectura, del conocimiento, del intercambio de ideas que implica esta labor desinteresada, pero sin duda la respuesta de los test, los comentarios y los trabajos que presenten los estudiantes durante la semana del libro arrojarán una serie de productos que se podrán aprovechar de diferentes maneras. Algunos de los involucrados, sin duda, obtendremos nuevos conocimientos, nuevas conclusiones que nos llevarán a desarrollar nuevas actividades, a diseñar materiales y estrategias que implementaremos en los siguientes ciclos con nuestros futuros estudiantes. Ya hablaremos de ello en la siguiente entrega.