Danzan
lobos afiebrados
Los ojos
un anillo de fuego
Alces
en una alucinada carrera
Atruena el cielo
y en un encandilamiento
dentelladas.
Cala luna
un tajo de verano
El abanico privilegia
el punto cruz
Las piedritas se inquietan
Cynthia
mastica
alfileres.
Arañan
hambrientos afectos
Carcomida
depongo la tregua
Frente a la intemperie
desmigajo pancitos.
La partida derrama
su acotado vacío
en el umbral de una
penosísima lágrima.
Anidada
la angustia en la tarde
del enorme silencio:
un gris homogéneo
extiende su vuelo
Esteban
desentierra
raíces.
*
Custodian
el refugio
Voces
Arriesgo
el recreo.
*
Hacia mí
sopla
el libro ese
su melancolía.