Quiero agradecer por la oportunidad de presentarme ante ustedes para externar unas breves palabras en representación de los ganadores FIL Joven 2014 en la categoría de cuento y, por supuesto, también de todos aquellos que decidieron participar con sus creaciones. Es un honor que el trabajo de los jóvenes y su necesidad de expresarse sea reconocido en un evento de esta magnitud.
Escribir, ya sea poesía o narración, es una experiencia distinta en cada persona y comienza por el placer de la lectura. Cada uno llega a sentir una ferviente necesidad de manifestarse y algunos, como nosotros, nos valemos del papel y el acomodo cruel, eterno y complaciente de las letras. Un caudal difuso nos orilla irremediablemente a la escritura, a la búsqueda vaga y desesperada del sentido plenamente plasmado. Sentidos y sentimientos imperfectos y tan propios del ser humano. Por ello, me encuentro ansiosa de leer sus textos, de conocer sus visiones, lo que hay dentro de ustedes y lo que los rodea.
También, a razón de las situaciones que mantienen en luto a la sociedad estudiantil y a muchas familias mexicanas, les extiendo la siguiente invitación:
Compañeros, no nos quedemos en la literatura burguesa, en la comercialización o la burocratización lucrosa del arte, la verdad prostituida e institucionalizada. No nos atasquemos en lo bello, lo superficial, en las ilusiones vanas. No tengamos pereza o duda de rozar nuestros miedos, las pesadillas propias y los problemas de violencia y corrupción que lacera nuestro México agonizante. El medio escrito nos abastece de caminos para penetrar en la conciencia de los lectores.
Encontremos la flexibilidad del lenguaje para expresar la dureza del fondo. Hagamos de las palabras una realidad completa, hagamos con ellas una crítica constructiva, encontremos la raíz del problema y propongamos soluciones viables a lo que continuamente mutila nuestro futuro y nuestras oportunidades. Somos nosotros quienes debemos dar fin a esta situación que daña, calla y subyuga el pensamiento creciente, las nuevas ideas; que transgrede y viola los derechos de seres humanos, de estudiantes como ustedes, como yo.
Los creadores no habitamos mundos ajenos, como se suele decir, los creadores conciben rebeldía, y la rebeldía no es un insulto, la resignación sí. Jóvenes, no desairemos nuestra naturaleza que suplica un cambio. Somos estudiantes, y si nos violan, nos torturan o nos matan, que nuestras palabras y acciones permanezcan vigentes. Gracias.
* Palabras pronunciadas durante la entrega de los premios a los ganadores del concurso de poesía, cuento y microrrelato FIL Joven 2014.