Presento la segunda parte de la entrevista con José Kamuel Zepeda, en la cual nos habla un poco sobre su libro Vida y obra de José Pablo Moncayo, así como de otros proyectos bibliográficos, sus intereses y gustos musicales y la influencia y la importancia de la música popular en los compositores de los últimos siglos.
Luis Rico Chávez: Me gustaría preguntarle sobre su libro de Moncayo y si hay más proyectos de escritura.
José Kamuel Zepeda: Este libro de Vida y obra de José Pablo Moncayo se editó en 2004 aproximadamente. Como todas las ediciones del gobierno, se tiraron mil ejemplares; afortunadamente muy rápido se agotaron y ya no ha habido otra edición. Pero con motivo del centenario del nacimiento del compositor, en 2010, me encargué de hacer otro libro, más o menos como una continuación, con una visión diferente, más gráfico. Tuve la oportunidad de conseguir muchas fotografías inéditas muy valiosas. Incluyo desde luego un análisis de las obras, la trayectoria del compositor… pero lamentablemente se quedó en el tintero, por diversas circunstancias. Está terminado, en espera de dictamen para publicarse; ya tengo un editor interesado, parece que la Secretaría de Cultura también está interesada en el proyecto, estoy esperando justamente el dictamen para buscar los coeditores que necesitamos para poderlo publicar. Espero que a más tardar, a finales de este año o principios del año que entra, podría estar presentándose, pero todavía faltan algunos detalles por amarrar, pero yo espero que se concrete. Varias instituciones están interesadas en el tema y espero que lo apoyen. De mi parte hay interés para hacer otro libro, sobre la vida y obra de Antonio Gómez Anda, compositor jalisciense de los más importantes, desconocido prácticamente, de él no hay una biografía, ninguna publicación; me interesa sacar algo de él… Y de Arnulfo Miramontes tampoco tenemos un libro, una biografía como debe de ser. Siempre ha existido interés de mi parte por hacer algo como esto que hicimos con Moncayo; espero que se concrete esta publicación para poder empezar a escribir sobre estos otros dos.
LRCh: Hábleme sobre sus gustos musicales, sus géneros favoritos.
JKZ: Sobre la música clásica, que es mi área, la que manejo y la que me gusta, uno de mis favoritos es Beethoven, sin duda; me gusta mucho el periodo romántico, los inicios del siglo XX, donde encontramos a Gershwin, que es un compositor que me fascina… Pero prácticamente me he dedicado a los compositores jaliscienses en particular, y a los compositores mexicanos, desde hace ya 20 años, como parte de mi carrera, de mi repertorio como concertista. Tengo también interés en compositores mexicanos del siglo XIX, muy olvidados, un periodo sumamente desatendido, desconocido prácticamente en la música de nuestro país y ahí hay material valiosísimo, hay compositoras valiosísimas como María Garfias, Guadalupe Olmedo y la propia Ángela Peralta. Estos tres personajes son del siglo XIX, son mujeres, un tema muy muy actual, en el que se pueden lograr grandes cosas, y me interesa profundizar en su obra. No se conocen, no se ha escuchado casi nada de la obra de estas mujeres. Hay otros personajes de ese mismo periodo, jaliscienses, como Benigno de la Torre, el propio Clemente Aguirre, que es el más conocido. En México existen muchísimos compositores completamente olvidados, con obra que está esperando para ser tocada. Mi enfoque como intérprete ha sido la música mexicana en general, y casi ya no toco los clásicos europeos porque me quise enfocar en los mexicanos. Ahorita tengo un proyecto para presentar compositores latinoamericanos que me gustan mucho, como Astor Piazzolla, Alberto Ginastera, Ariel Ramírez, los tres argentinos… la obra de Ernesto Lecuona me fascina, de Cuba… y algunos otros compositores latinoamericanos en general, es otro repertorio que he manejado y que me gusta. Si hablamos de los géneros que prefiero y los periodos son esos: lo romántico y lo innovador de la primera mitad del siglo XX, sin llegar a lo muy contemporáneo y a lo muy estruendoso. Me gusta algo conservador con tendencias innovadoras, pero soy más como de la primera mitad del siglo XX, prácticamente es lo que me gusta y lo que toco.
LRCh: ¿Y la música popular?
JKZ: De la música popular a mí me gusta el rock más clásico, el pop, los grandes músicos como Phil Collins, Elton John, estas grandes bandas, Queen… todos estos personajes a mí me gustan mucho en lo particular como oyente.
LRCh: ¿Y el huapango, la salsa, el tango, cómo se combina esa música, esos ritmos cómo se relacionan con las obras de cámara, orquestales?
JKZ: La música clásica… vamos a llamarla de concierto, desde los siglos XVIII, XIX, en Europa y acá en América ocurre un fenómeno de nacionalismo que se da, con sus diferencias, en cada país, y entonces se nutre el compositor clásico de la música popular, la cual generalmente no está escrita, se va transmitiendo de generación en generación de forma oral… el músico clásico toma estos temas de la música bailable, del folclor de cada país y los lleva a una obra sinfónica, a una obra de concierto. Casi todos los compositores se han nutrido de esta música de sus países y casi ninguno es ajeno a esta influencia, y de esa manera la música popular nutre la música clásica o académica o de concierto. En el caso de México desde el siglo XIX, después de la independencia, los compositores empiezan a buscar lenguajes propios y logran hacerlo nutriéndose de sones, jarabes populares de las diferentes regiones y van tomando temas de ahí hasta llegar a una gran obra como Huapango, que se nutre específicamente de cuatro o cinco sones veracruzanos muy conocidos; de ahí Moncayo toma los temas y desarrolla una obra. Antes de él Manuel M. Ponce y José Rolón ya habían hecho lo mismo, incluso hay quienes han recopilado esa clase de música, por ejemplo Clemente Aguirre transcribió sones populares de Jalisco para piano y los editó y se pueden tocar ahora en el piano; José Rolón tomaba de ahí, o Manuel M. Ponce y muchos otros como Carlos Chávez… en fin, hay muchos casos de creadores que van nutriéndose de estos temas populares para exponer después sus obras sinfónicas o música de cámara y eso ocurre en todos los países, cada uno con sus variantes. De esa manera la música popular ha nutrido a la música clásica.