Nubla el susurro
cuando condena
desgasta la firmeza
si explora
En el edredón
el escarnio de los pensamientos
fenece en la mirada
Ante el absurdo que picotea
el agrupamiento de los gusanos
ennoblece.
La indiferencia de las piedras
descose palabras
Pájaros de vidrio
en un mundo fracturado
Una niña de cristal
en su abrazo imaginario
Y entre las aguas
la luna
¿se muestra
o
se oculta?
Entre tijeretazos
girasoles
Mixtura de colores
aprisiona la envoltura
Gilda
bambolea
las trenzas.
Un sombrero torcido
se menea
Rojizos tacones acompañan
pasos cadenciosos
y en los muslos pájaros
Flirtear con la cornisa
unos ojos incendiados
La comparsa enmudece
cuando tararean
labios de confite
Griselda
arrastra muñecas.
Resplandecen
burbujas en la escarcha
Los rosales
auguran fulgores
Mientras las luciérnagas
se disgregan
Josefina
pica cebollas.