El pasado 26 de julio de 2013 falleció el músico J. J. Cale. Compositor y fino guitarrista, pionero del llamado Tulsa Sound, estilo que influyó a Eric Clapton, Mark Knopfler y Neil Young, entre otros. De su amplia discografía de más de treinta y cinco álbumes, comentaré brevemente el disco The road to Escondido (2006) grabado en compañía de un tal Eric Clapton. En cada bite del disco pulsan country, blues, folk y rock. No tiene desperdicio y participan Billy Preston, Pino Palladino, Taj Mahal, John Mayer, Doyle Bramhall II y el excelso bajista Nathan East. The road… fue premiado en 2008 con el Grammy al mejor disco de blues contemporáneo.

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He de confesar que a veces me cuesta trabajo asimilar al cien los discos de Clapton a la primera escucha: admiro de entrada su virtuosismo en la guitarra al interpretar blues, pero me resulta difícil entender su lado pop, de lo cual pecan algunas piezas de Back home, Reptile, Pilgrim, Clapton u Old sock, por nombrar algunos de los últimos. El disco que resume perfectamente estas dos facetas de Clapton es el disco en vivo One more car, one more rider del año 2002. Sin embargo después de varias sesiones por fin puedo entender el lugar que ocupa cada pieza dentro del entramado del disco completo.

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Recién el año pasado se cumplieron 25 años de la publicación de dos discos que considero entre mis preferidos: The Joshua tree de U2 y Diesel and dust de Midnight Oil.

The Joshua tree está entre los mejores discos, hasta la fecha, de los irlandeses U2 y se cuenta ya como un clásico del género. Recién hice el ejercicio de escucharlo omitiendo las tres primeras canciones, y coincido con aquellos que lo clasifican como el mejor.

A manera de homenaje por el vigésimo quinto aniversario de la publicación de este discazo, me aventé la traducción a capela del fragmento de un artículo, localizado en Wikipedia, y que me pareció muy valioso porque proporciona elementos para escucharlo desde otra perspectiva:

Temas
Agua y desierto
Numerosos aspectos del álbum resaltan estos dos elementos. De entrada podemos citar la fotografía en blanco y negro de la portada, la cual muestra al grupo en el Parque Nacional del Valle de la Muerte en California. La foto fue tomada por el fotógrafo de cabecera del grupo, Anton Corbjin. De esa región proviene el título del álbum, el cual se refiere a la especie llamada comúnmente árbol de Josué y que crece en la parte desértica de California.

En todo el álbum se hacen presentes numerosas referencias explícitas al agua y al desierto. Se pueden contabilizar hasta cuarenta y seis referencias al agua, por ejemplo: lluvia, diluvio, agua, pozo, mar océano y río. Sobre el otro tema del álbum existen diecisiete referencias a lo desértico con palabras tales como: desierto, seco, planicie, calor, polvo, luz de sol y sol. En The Joshua tree, agua y desierto funcionan como equivalentes poéticos de muchos conceptos diametralmente opuestos: vida y muerte o pérdida y redención. Estas oposiciones figuran como fuerzas paralelas que alimentan otros temas:

Resignación ante la muerte de Greg Carroll.

La analogía que existe entre el espíritu americano y su despiadada política exterior.

El tono musical al estilo del suroeste americano, mediante un trasfondo cinemático en la música, o como Bono explicaba: la música como un lienzo sobre el cual pintar. Y:

El tono musical, rústico, puro, terrenal, piadoso, original, envuelto con un aire de blues.

América
En las primeras sesiones de composición para el disco, el grupo comenzó a hablar sobre los libros que estaban leyendo en esa época —cuentos de Raymond Carver, La canción del verdugo de Norman Mailer, entre otros— así como sobre el concepto de América y su significado. Además platicaron detalladamente con el productor Brian Eno sobre la idea de cinemática en música –que la música evoca un lugar en la mente del escucha–. De esta manera muchas de las experimentaciones musicales presentes en el álbum fueron contextualizadas en el desierto del suroeste americano. Fue entonces cuando el grupo comenzó a investigar sobre tradiciones musicales como blues, gospel, soul, rhythm and blues y música country, géneros que habían ignorado hasta entonces. De estas incursiones iniciales en todo lo americano (su música, literatura y geografía), el grupo se dio cuenta que tenían sentimientos encontrados sobre Estados Unidos de América, el cual concebían como un país tanto liberal como opresivo. Liberal en su ideología y por lo tanto como un buen lugar para vivir, pero a la vez opresivo por su poder, influencia y su controvertida política exterior. Un título tentativo para el álbum era The two Americas, determinado por la fascinación y profundo escepticismo que sentían hacia EU y por el viaje de Bono a El Salvador, donde fue testigo de los bombardeos apoyados por tropas americanas sobre civiles.

Pérdida
Muchas de las canciones tienen como tema implícito y dominante el dolor. Bono ha comentado que en el álbum abunda el dolor de los irlandeses, pero no de una manera obvia. Un vistazo rápido al contenido general y explícito de las canciones revela que cada una de ellas trata generalmente sobre las nociones de pérdida y ausencia: de una persona, un lugar o una cosa. La ambigüedad de las letras de Bono contribuyen notablemente a este sentimiento de ausencia. El coproductor del álbum, Daniel Lanois, dijo alguna vez que Bono canta en su tono más alto en la mayor parte del álbum –una característica que Lanois califica como emocionalmente convincente. […] Es notable que las vocalizaciones de Bono son más aguardentosas y lentas comparadas con las de sus primeros discos. Su estilo se compenetra perfectamente con el tono general del álbum.