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Alfredo el extraterrestre

Marvin Salvador Calero Molina Nicaragua


Alfredo el extraterrestre

Es posible la teoría que dice que los humanos son extraterrestres. Lo escuchamos de su propia boca el invierno pasado en el bar de Gálvez en San Carlos. Alfredo dijo que tenía prisa y que debía escribir su historia. Nació en La Libertad, Chontales. Advirtió que los extraterrestres hablaban con su padre, que fue geólogo de la mina Los Ángeles. Marlon estaba sorprendido aquella noche. No sabíamos que cinco meses después Alfredo abandonaría este planeta.


Chepito el popular

Chepito no es el más rico de San Carlos, ni mucho menos un político diestro en discursos. Él es un habitante de comarca Quinta Lidia. Con los ahorros de toda su vida compró una parcela de tierra para dedicarse a la agricultura. Sembró una manzana completa de frijoles y calculó 27 quintales. Chepito tiene familia, esposa e hija. Pero este verano ha perdido la esperanza en la agricultura; la cosecha de frijoles se perdió porque el cambio climático se expresó en lluvia.

Chepito es un señor que día a día espera un milagro sin darse cuenta que en Nicaragua la clase pobre vive de un milagro llamado perseverancia.


Microempresario culinario

Me lo encontré de camino a Boca de Sábalo después de que se pensara que estaba muerto porque tenía más de cuatro meses sin que se tuvieran noticias de él. Nos tomamos una selfie y se la envié a la familia.

Antes le pregunté:

—¿Por qué te fuiste sin despedirte de nadie?

Me dijo:

—Porque no aguanto a la histérica de mi mujer.

Envíe la foto por whastapp a su madre y hermana; me preguntaron dónde estaba y les contesté que era un secreto. Él se marchó en su moto y en la parrilla de la misma una pana llena de enchiladas y tacos.

Me preguntó su hermana que a qué se dedicaba, yo le dije:

—Es microempresario culinario, tiene un restaurante móvil de comida rápida.


Un santodomingueño rumbo a Holanda

Los aviones de la aerolínea son muy espaciosos y la atención es muy buena, las aeromozas hablan al menos inglés, holandés y español.

Aldo tenía experiencia en viajes porque había viajado incluso en primera clase rumbo a Brasil. Pasamos desde Panamá hasta el aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol tomando vino. La aeromoza rubia hacía varias horas que no llevaba el carrito con el vino y los tragos de whisky; había notado que en los asientos delanteros de la clase económica tres nicaragüenses abusaban del vino.

—Otra botella más de vino, por favor.

—Señor, ya ha tomado mucho, esta es la última botella que les doy.

Treinta botellas consumidas en diez horas de vuelo sobre el Caribe, océano Atlántico y mar del Norte, creo que es un récord para tres sujetos que viajan en clase económica.

—¡Viva Boaco! ¡Viva Boaco!

—Aldo, pero sos de Santo Domingo, Chontales.

—Sí, pero no quiero que hablen mal de mi pueblo.

Desde la ventana podía divisar los canales de Ámsterdam.


Jumb15

Minificciones

Rolando Revagliatti Argentina


Jumb16

Agustín

Ana Romano Argentina