Cuentos, fábulas, rima y poesía; infinidad de recursos que se pueden transformar en el vehículo para llevar a los niños a enamorarse de la lectura, y en el camino para adquirir habilidades que optimicen su lenguaje, entonación, ritmo, imaginación y creatividad a la vez que sienten las bases del pensamiento crítico.
Es necesario para lograr estos objetivos invitar a los niños desde bebés a compartir lecturas, crear momentos agradables, divertidos y de complicidad para leerles en voz alta y compartir momentos significativos que refuercen el apego positivo, jamás obligarlos. Al tener memoria de estos momentos de conexión con seres queridos, relacionados a una actividad gratificante, quedará en su memoria emocional, lo que resultará en desear repetir la experiencia de relacionarse con los libros al evocar sus primeras experiencias. Jamás debemos imponer la lectura a un niño pequeño, sería contraproducente en la relación amor/libro.
Al tener acercamientos con la lectura compartida, es importante resaltar que lo ideal sería llevarlo a cabo con el libro en físico, de tal forma que el estímulo lector que el niño reciba sea a través de no más de tres vías sensoriales, de tal forma que pueda discriminarlos, percibirlos, asimilarlos y dar una respuesta consciente a éstos, sentando las bases en su desarrollo para el análisis de información que resulte en un pensamiento crítico, lo cual sería imposible si la experiencia tiene lugar con múltiples estímulos simultáneos, como es el caso de la lectura a través de medios electrónicos con texto, sonido e imagen, además de la voz del lector, que saturarían la atención y concentración de sus vías de percepción, imposibilitando el correcto análisis de la información al estar obligando a su cerebro aún en desarrollo a atender y dar respuesta adecuada a todos los mensajes captados.
La lectura es el camino para desarrollar lenguaje, creatividad e imaginación. Al reconocer palabras inconscientemente las asociamos a experiencias previas, imágenes mentales, inferimos información, relacionamos los contenidos a nuestra vida diaria buscando una aplicación, abriendo puertas a nuevos aprendizajes y al desarrollo del pensamiento crítico y lógico al aceptar o rechazar las ideas derivadas del texto y darle un significado e integrarlas a nuestro propio acervo.
Al seleccionar el material y contenidos de cuento, fábulas o poesía para los chicos debemos basarnos en sus intereses y necesidades de desarrollo típicas o especiales, ya sea para alcanzar objetivos o bien para ampliarlos. Los cuentos son un fabuloso recurso para nuevos aprendizajes en diversas áreas y fundamentales en el manejo de emociones y adquirir alternativas en la solución de conflictos, las fábulas con sus moralejas nos ayudan en la adquisición de valores, cómo llevarlos a la práctica, y la rima y la poesía nos proporcionan los recursos para trabajar ritmo, entonación y análisis semántico a través del estudio de las metáforas, comparaciones y otros recursos literarios.
Al trabajar la lectura con los niños debemos compararlo con exprimir una naranja e intentar extraer todo el jugo que sea posible con actividades derivadas de la misma, que podemos planear con anticipación para tener una experiencia exitosa y no olvidar que la literatura nos da la oportunidad de encontrarnos a nosotros mismos y llevar a cada niño de la mano a descubrirse a sí mismo y encontrar un tesoro en las emociones, vivencias y experiencias de los personajes de cada cuento, fábula o poema que acariciará su ser.