Mecánicamente te levantas poseído por una idea
programada en tu voluntad
creyendo como verdad esas imágenes ajenas
sueños que se pagan con el sudor de tu mente
consumes sin preguntar
imaginas que hay una posibilidad de llegar que no existe
latidos prisioneros callados por el tumulto cibernético
buscando salir, otros entrar, todos en involuntarios movimientos
producir para otros llevando la carga de algo que no es tuyo
la mística del ser se murió con la llegada del tributo al Señor Moneda
*
Señor Moneda, recuerda que tengo unos hijos que tienen hambre
toman leche por la noche y frijoles por la mañana y caldo por las tardes
Señor Moneda, recuerda que tengo un sueño de tener un techo y una pensión
Señor Moneda, tengo una eterna deuda con el Banco Mundial por el privilegio de ser mexicano
Te imploro, Señor Moneda, que esta semana no me abandones tan pronto
para llevar a mis niños al cine o al parque de diversiones como se ve en las novelas
No te vayas, Señor Moneda, sin que lleve el abono de mis muebles
acompáñame en las mañanas para que pueda pagar el transporte público
Señor Moneda, no salgas de mi vieja bolsa del pantalón
antes de que pague la luz y el agua y el IVA por estar vivo
Quédate en mi buró de crédito por las noches y en las mañanas
despierta a mi lado derecho de la cama
Mi patrón dice que soy huevón y que debo trabajar más para que tú no me abandones
no tomes en cuenta mis males y duermas conmigo esta noche
seré bueno, trabajaré más de doce horas para ser un hombre de bien
para que te quedes conmigo así como te quedas con el rico ladrón de sueños.