Es indudable que leer es la llave que tenemos los seres humanos para acceder a la información, a la cultura, al mundo, a la ficción y a la fantasía, convirtiéndose en la base de la adquisición de futuros conocimientos.
Al leer a los niños desde la más tierna infancia les mostramos que existe una absoluta relación entre esos signos negros o coloridos y el lenguaje, que más tarde les permitirán emprender el proceso de la comunicación en su vida de una manera más formal.
La lectura es el vehículo idóneo para estrechar relaciones entre los niños y sus padres o seres significativos y un espacio no sólo para una convivencia de calidad, sino para la diversión, además de sembrar la semilla de relacionar la lectura con emociones positivas, lo que se guardará en su memoria inconsciente y perdurará a lo largo de su vida, al asociarla como una actividad placentera y a emociones agradables.
Las rimas despiertan la conciencia fonológica, son un invaluable y útil instrumento en la adquisición del lenguaje expresivo y comprensivo, ejercitan la memoria, fijan la atención, despertando interés en el niño al asociar el contenido de la lectura con otras actividades de la vida diaria, convirtiéndose en un instrumento de aprendizaje del mundo que lo rodea y sentando las bases para el proceso de lecto-escritura, abstracción de pensamientos y generalización de conocimientos para desarrollar la capacidad resolutiva en su vida diaria, dependiendo de los temas que se aborden.
Utilizando rimas sencillas que capten el interés de los pequeños tenemos una estrategia eficaz de enseñanza de conocimientos de cultura general, siendo posible dar a conocer diferentes formas de pensamiento y estilos de vida, ampliando a su vez la perspectiva de entender las diferencias culturales, aun desde una edad temprana.
Es sin duda a través de la poesía sencilla, de carácter infantil, que despertamos la curiosidad de los pequeños lectores a la adquisición de la empatía y la enseñanza de valores, que podemos poner en práctica en el diario contexto del niño, especialmente si nos damos a la tarea de trabajar la comprensión lectora, la inferencia del texto y el significado real de los recursos literarios utilizados en la poesía, por sencilla que esta sea. La poesía, aun de tintes sencillos, con los recursos literarios con que está dotada, sienta las bases con sus metáforas, comparaciones e hipérbole a procesos de pensamiento más complejos que la prosa.
Las emociones, al ser involucradas en el proceso enseñanza-aprendizaje dejan huella en el niño, especialmente al asociar el nuevo conocimiento con sensaciones positivas y divertidas. Es entonces que las rimas y la poesía per se convierten en pieza clave en el camino de la cultura y los valores del niño, especialmente, si nos damos a la labor de explorar los contenidos de los mismos a través de actividades sugeridas, ya sea en casa, en el aula o en espacios lúdicos.