¿Por qué los alumnos no leen?

Sabemos que vivimos en la era de la información; sin embargo, la mayoría de los alumnos del bachillerato desprecian esa información que se encuentra en los distintos medios y no hay pretexto para acercarse a ella.

En días pasados se publicó una nota en un periódico local que nos presenta un sombrío panorama para su futuro. Su importancia radica en que les afectará, tarde o temprano.

Según un estudio de la ANUIES (Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior), en esta década, unos 305 mil jóvenes egresados de universidades de todo el país estarán, año con año, condenados al desempleo si la economía mantiene su bajo nivel de crecimiento.1

Incluso, si la economía creciera a un ritmo anual del 5%, no lograrían colocarse más de 239 mil egresados de los 544 mil 490 que habrá al año y se corre el riesgo de que en el año 2020 haya 3 millones de profesionistas desempleados. A ellos habrá que agregar aquellos previamente graduados que aún no encuentran trabajo en su profesión.  Dicho estudio estima que sólo el 44% de los jóvenes egresados con licenciatura encontrará empleo, pero de éstos sólo el 6% ocupará una plaza de calidad.

También nos aporta un gráfico como el siguiente:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: ANUIES.
Viéndolo así, el país no promete la cantidad de empleos que se necesitan. Y no los va a generar cuando vemos, en el pasado inmediato, su incapacidad para crear la infraestructura necesaria para el desarrollo industrial cuando se han creado cuellos de botella para el suministro de gas, gasolinas y, pronto, electricidad. Cuando vemos que se llevó más de un sexenio sólo para licitar la barda perimetral de la nueva refinería que se construye en Tula, Hidalgo, nos imaginamos lo que tardará en ponerla en funcionamiento. No sólo dejan de crear empleos, sino que detienen el desarrollo económico de nuestra nación.

Ante este panorama, quizás algunos bachilleres pensarán en cambiar de carrera si es que tenían en mente alguna, o que definitivamente no vale la pena estudiar. El problema es que muchos de estos estudiantes sólo están perdiendo su tiempo y tendrán menos oportunidad de ocupar  alguna de las pocas plazas que se generarán.

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