El cuento popular como material didáctico

En fecha no muy lejana, todos los jueves por la tarde un grupo de maestros de la Preparatoria 2 nos reunimos para trabajar en un curso taller sobre estrategias de análisis literario. La inquietud nació por un curso anterior en el que aplicamos la gramática del texto como instrumento de análisis para una fábula y para un cuento de Jorge Ibargüengoitia.

Uno de los asistentes a ese primer curso sugirió implementar las funciones de los personajes que el formalista ruso Vladimir Propp define para el estudio del cuento popular ruso, y otro más analizar, con esta herramienta, la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo. Con estos ingredientes, nos dimos a la tarea de diseñar el programa, establecer los objetivos y las actividades y planear su aplicación, solicitando el aval (el cual obtuvimos) de la Dirección de Formación Docente e Investigación del SEMS.

Se trataba, más que de un grupo de trabajo, de un grupo de amigos, y con el buen ánimo y el entusiasmo del primer curso emprendimos las actividades del segundo. Se decidió, una vez sopesadas las ventajas e inconvenientes del modelo de Propp como instrumento de análisis literario, comenzar con una pequeña introducción, identificando las funciones de los personajes en un cuento utilizado por el mismo formalista: “La bruja Baba-Yaga”, incluido en la colección Cuentos populares rusos de Alejandro Afanasiev, publicado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

Los tres meses de sesiones no alcanzaron sino para estudiar con detalle este cuento popular. Resultó bastante enriquecedor el trabajo, sobre todo porque siempre enfocamos nuestras actividades a descubrir la pertinencia de los resultados en función de nuestra labor en el salón de clases. Encontramos, de esta manera, una serie de estrategias no sólo para introducir a los bachilleres en el estudio de la preceptiva literaria, sino que descubrimos diferentes formas de implementar material didáctico de apoyo para motivarlos a la lectura. Tal experiencia es la que deseamos compartir a continuación.

Las cartas de Propp
Vladimir Propp enumeró, en su libro Morfología del cuento, treinta y dos funciones de los personajes, que pueden corresponder tanto al héroe como a su ayudante, al falso héroe o incluso a un auxiliar mágico. Veamos algunos ejemplos de estas funciones: Ausencia, Prohibición, Transgresión, Interrogación, Información, Engaño, Complicidad involuntaria, Daño, Carencia, Mediación, Decisión del héroe, Partida, Reacción del héroe, Lucha, Marca, señal, Victoria.

Con este material, y recordando un ejercicio incluido en El nuevo escriturón de Maite Alvarado, Gustavo Bombin, Daniel Ferldman e Istvan (publicado por el Conaculta), se nos ocurrió imprimir en tarjetas las funciones, y luego repartirlas entre los estudiantes como cartas de baraja. Se podría solicitar a un artista plástico elaborar imágenes a partir de lo que le sugirieran las funciones, pero ante la dificultad de conseguirlo una buena solución consiste en que los propios estudiantes elaboren los dibujos correspondientes.

Con las tarjetas y los dibujos se pueden redactar historias o guiones para cómic. Recomendamos que, en primer lugar, se les dé un orden (ya sea que se trabaje individualmente o por equipos) para que la narración tenga una secuencia lógica, se definan personajes y sus acciones (funciones). Antes de comenzar a redactar es un buen ejercicio escribir una oración breve para cada tarjeta, lo que representará el esquema del trabajo final.

Además de enfocarnos en el aspecto de la redacción con el ejercicio anterior, podemos aprovechar las funciones de Propp para fomentar o enriquecer la capacidad lectora de nuestros alumnos. Consideremos, ante todo, que su aplicación particular son los cuentos populares, así que se puede dirigir una discusión sobre el acervo que los alumnos tienen desde la infancia: Caperucita Roja, Blanca Nieves, El gato con botas, La Cenicienta, Barba Azul
Antes de comenzar a abordar estos cuentos tan conocidos por los estudiantes recomendamos utilizar la estrategia de Respuesta anterior-Pregunta-Respuesta posterior, con una serie de interrogantes referentes al concepto de “popular” (música popular, artistas populares) para que se contextualice el origen de estos cuentos, aunque inevitablemente saldrán a la discusión las alusiones a las versiones cinematográficas que la mayoría de las veces han pervertido su esencia. Lo que nos interesa subrayar es que los alumnos descubran que saben mucho más del tema de lo que creían al principio, y sobre todo, que sean capaces de identificar las funciones de Propp y que este conocimiento les permita valorar adecuadamente esta clase de obras

Secuencias de “La bruja Baba-Yaga”
Durante las sesiones de trabajo descubrimos, entre otras cosas, que las funciones permiten, aunque no con suficiente detalle, establecer la organización de la historia. Para comentar un cuento popular podría seguirse el proceso inverso al que sugerimos para que los estudiantes redactaran su propia historia: ahora cada secuencia (cada componente de la narración) podría explicarse en una oración breve, de esta manera sería más fácil comprenderla y observarla como un todo.

Otros recursos narrativos podemos deducir de las funciones. Por ejemplo, como indicadores del rumbo que seguirá la historia: si no hay partida (si el héroe no abandona la casa o el reino) la historia no ocurriría; si no hay engaño, o intervención del auxilio mágico, la historia podría concluir abruptamente o dirigirse hacia otro rumbo, con lo que su significado cambiaría.

Encontramos, también, que en diferentes cuentos un mismo objeto o una misma función puede tener un significado distinto; que una misma función aparece más de una vez y que un personaje puede cumplir distintas funciones o transformarse. Además, descubrimos que las funciones deben servirnos para interpretar lo que el autor desea comunicarnos, y no lo que como lectores queremos encontrar.

Durante el análisis particular de “La bruja Baba-Yaga” encontramos seis secuencias, que detallamos posteriormente en dieciséis microsecuencias, equivalentes al esquema tradicional de la narración: una presentación: el padre enviuda, contrae segundas nupcias y la madrastra, por envidia, quiere deshacerse de su hijastra; un desarrollo: la joven, cumpliendo una orden de la madrastra, visita a la bruja Baba-Yaga, quien se la va a comer; la joven huye ayudada por los sirvientes de la bruja; clímax: ¿la joven logrará escapar? ¿La madrastra recibirá el castigo que se merece?; desenlace: la joven relata su aventura al padre, quien se separa de su segunda esposa y vive feliz con su hija.

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