Tepeyóllotl, de la cultura mexica, es un jaguar.
Anubis, dios egipcio de la muerte, es un chacal.
¿Por qué los gatos y los perros no se llevan bien? Es una buena pregunta. Todo se remonta a un conflicto entre Anubis, dios de la muerte de Egipto, y Tepeyóllotl, dios mexica del terremoto y las montañas.
Tepeyóllotl le caía muy mal a Anubis, ya que con sus terremotos interrumpía la paz del inframundo.
Así que un día Tepeyóllotl, para burlarse de Anubis, creó con lodo y piel al xoloitzcuintle.
El dios no paraba de reírse. Se carcajeó tanto que un gran terremoto sacudió el mundo entero.
Anubis, lleno coraje y de ira creó, de la arena y con pelo de rana, un gato pelón, al gato esfinge, para vengarse del dios mexica.
Desde entonces, los gatos y los perros empezaron a pelearse para decidir quién era el más feo, a pesar de ser venerados y amados en sus lugares de origen.
Ahora pocos recuerdan esa historia, y no saben por qué se odian pero su guerra eterna continúa, como la de los dioses hace tantos años.