Tu cuerpo es un gigante
que escalo
hasta el sombrero.
*
Tu mano toma la forma
de un dinosaurio pequeño.
Camina hasta mi sopa.
*
La bicicleta cae.
Yo me desplomo
sobre tu respaldo.
*
Tu regaño es el trueno:
su fuerza pone el orden
y asusta a la tormenta.
*
Las conchas que juntamos
a la orilla del mar
cuando te fuiste.
*
La penca de nopal
que atravesó mi mano.
Tus pantalones grises.
*
La torre Eiffel.
El día de los cangrejos.
Las estrellas.
*
La confidencia
que quedó atrapada
entre los espaguetis.
*
Sentado en una silla
frente a la fuente esperas
mi regreso.
*
Tus libros.
Tu voz.
Tus ojos.
*
Me regalaste
ese reloj de arena
todo el tiempo.
*
Tu bata.
Tu palabra preferida
en el pasillo.
*
Las flores en la mesa
llenando de perfume
el comedor.
*
Tu mesita de noche:
sistema planetario
de los medicamentos.
*
Tu piel reseca.
Las gotas de tu sangre
en el tapete.
*
Tu última palabra.
El silencio.
La luz de tu jardín.
Del libro Liquidámbar (Mantis Editores, 2017).
Publicado con permiso de la autora.