Es Auschwitz
Cómo no sentir que el corazón se rompe
que se quiebra la voz en la garganta
cómo no estrujar el alma hecha pedazos
bañándola con la furia de las lágrimasCómo no solidarizarse con el padre herido
de muerte lenta que sin descanso clama
contra una justicia inoperante y fatua
indiferente, fría, y que no presta oídoCómo no estar con él muy de la mano
cuando escribe su verdad sin medianías
en El rostro de las víctimas descarnado
reclamando lo impuro y lo profano
donde escupe sin piedad a la hipocresíaEs Auschwitz para cada ser humano
al que le han arrancado media vida
asesinándole sin piedad y sin motivo
al hijo... o a la hija más queridaEs Auschwitz cuando se ignora el paradero
del cuerpo mutilado y fenecido
cuando consideran como daño inevitable
ciertas muertes en su guerra del dineroPorque eso es para ellos, el dinero
el poder de las armas. El territorio.
Lo demás sólo es la consecuencia
de quien apuesta su as por los demoniosEs Auschwitz para cada levantado
para todos los amigos y familia
pues saben que ha llegado ¡pobre víctima!
al final de un camino no buscadopor el que sin más ni más será arrastrado
al matadero particular del asesino
donde morirá sin conocer cuál fue su agravio
ni que Dios le designó tan cruel destino¡Ay, Auschwitz! ... cómo te repites
en nuestros miles de muertos y desaparecidos¡Ha muerto el silencio!
Siento mis manos ateridas
por el frío de la indiferenciaEn mi seca garganta se acumulan
los gritos desgarradores
que la impotencia ha dejado
perennes, estáticos
en espera de sueños incumplidosYa no bastan las explicaciones vacías
las promesas vanas
los ganadores y perdedores...
Una mafia buscando sus acomodos
Sólo podemos ver
el inicio de otra era
de mentiras y oportunismoLos aplausos son una bofetada
para quienes aguardan callados
con la cabeza baja
y lágrimas secas
en sus mejillas pálidasSus risas nos suenan a insultos
a indiferencia, a burla…
y nos huelen a muerteUn ¡ya basta! es la nueva verdad
que se cuela por calles y montañas
que enciende corazones
que aglutina esperanzas
que nos devuelve la feSiento que llega a mis manos ateridas
el calor de lo posiblePuedo mirar al infortunio cara a cara
¡Ha muerto el silencio!
diciéndole sin titubeos ¡no es tu momento!
Llegó el tiempo de la gente que perdió el miedo
haciéndose sentir... y obligándonos a escucharQue nuestro país nos sea devuelto
Cuando es tanta la barbarie
que las palabras se nos atragantan
sin ser pronunciadasCuando los acontecimientos nos sobrepasan
y las cabezas rodantes de ojos abiertos
nos miran fijamente sin comprender.
Cuando tras los cristales se ocultan
temerosos los niños propios y ajenos
Ha llegado la hora de lanzar el grito
que ha de escucharse en lo más alto
pidiendo el auxilio de ángeles y arcángeles
que nos defiendan con sus espadas doradas
y sus huestes azules que esparcen bondad
mientras cumplen su misión: aplacar los demonios
que se han apoderado de nuestra existenciaImpotentes somos frente a la maldad desatada
nula se vuelve nuestra capacidad de asimilación
a la vista de tanta sangre y cuerpos desmembrados
Queremos que nuestras hijas salgan
a la calle sin miedo
que se acabe la corrupción
que se castigue a los asesinosAlguna persona deberá aparecer
que aglutine voluntades,
que tenga la fuerza, el liderazgo,
la convicción, la generosidad
y el desinterés que tuvieron
nuestros héroes patrios¡Exigimos que nuestro país nos sea devuelto!…
Mi alma
A veces ando a tientas en busca de mi alma
perdida, evadida de mí, por cansancio
por hastío, irreverencia y decepciónOtras, la encuentro acurrucada, desvalida
casi llorando, porque no sabe cómo afrontar
los hechos. Esos hechos tristes, enlodados
que la invocan diariamente sin compasiónEs el alma que en su afán de apreciar
va cargando con los males que no ha provocado
que le han heredado los desaprensivos, los ciegos
los avaros de placeres y poderDeseo recuperar mi alma soñadora, alegre
y cantarina de los primeros tiempos.
Aquella joven, inocente, transparente,
crédula, compasiva y generosaBusco la cura de mi alma, su sanación, su alegría.
No tengo otra, procuro su bien…
La exorcizaré si es necesarioVuelve alma mía a creer y a confiar.
A mirar sin asco, como a iguales, a los hipócritas
y mentirosos, a los traidores, corruptos y falsos
a los que navegan con bandera de mesías
de profetas, de… indispensables