Alfabetización tecnológica 

Ernesto Rafael Navarro Mayer

 

 

 

El entorno social, económico y cultural que rodea al ser humano evoluciona de manera inexorable. El advenimiento de la tecnología informática ha provocado una transformación radical en las formas de producción, difusión, cultura, consumo del conocimiento, aunado a la aparición de nuevas tecnologías como la televisión digital, la introducción de las computadoras personales en los hogares, el acceso a internet, la telefonía móvil, que están provocando nuevas necesidades de formación, comprensión y conocimiento en los ciudadanos.

Estas circunstancias plantean, a la sociedad actual, mayores exigencias para lograr que los individuos adquieran nuevas habilidades y conocimientos para desarrollarse en el mundo contemporáneo, principalmente en habilidades enfocadas a la tecnología, surgiendo con ello iniciativas como las de alfabetización tecnológica y digital en diversas comunidades del mundo.

Hasta hace poco tiempo, la alfabetización se relacionaba directamente con el dominio de la lectura, la escritura principalmente, pero en la actualidad, la comunicación se produce a través de más medios como las computadoras, televisiones y la radio, lo cual no se circunscribe exclusivamente al uso del lenguaje escrito en papel.

Hoy en día, el dominio de la lectura y la escritura, aunque básicos, parecen insuficientes, ya que limitan a una pequeña parte de la información que se encuentra disponible en el mundo.

En la actualidad una persona que no ha sido alfabetizada en el uso de las tecnologías queda al margen de la red de la difusión que ofrecen las tecnologías de la información y comunicación (TIC). Además, quienes no tengan la capacidad de desenvolverse en la cultura digital (conocer las funciones básicas de la computadora, saber navegar en internet, buscar, discriminar, reconstruir y comunicar la información con otros usuarios), son personas que no podrán acceder a la cultura y el mercado de la sociedad de la información, es decir, serán marginados culturalmente por la sociedad del siglo XXI.

Por lo anterior, y por el hecho de que no todas las generaciones han sido formadas de la misma manera, programas de este tipo se consideran de valor si se quiere que como comunidad la información y todos los beneficios que conlleva el tenerla, sean para todos y no sólo para unos cuantos beneficiados.

La tecnología no es ni el fin ni la respuesta a todos los problemas educativos. Es un instrumento para mejorar los programas de alfabetización, aumentar la sensibilidad con respecto a los problemas de alfabetización y alcanzar a un gran número de analfabetas tecnológicos.

La adopción de la tecnología también exige un proceso de selección y decisión con respecto a qué tecnología es la apropiada, quién la va a implementar, para quién, para qué tipo de comunicación y contenido. Este proceso es útil, dado que ayuda a concretar ideas, a crear visiones y a motivar a un número mayor de habitantes a que adquieran aptitudes de lectoescritura a través de la tecnología.

Las tecnologías modernas no necesariamente son la respuesta completa al problema de la difusión de los programas de alfabetización. Tanto las tecnologías antiguas como las modernas tienen su campo. La tecnología tiene que ser la apropiada, debe ayudar a la gente a aprender lo más rápida, económica y eficazmente posible. La tecnología que se utiliza correctamente, es decir de manera apropiada para las comunidades que la utilizan para aprender, puede ayudar a adquirir nuevas aptitudes de mayor nivel.

Estas aptitudes son necesarias en un mundo globalizado, por lo tanto, necesita cada vez más autonomía local. La tecnología debe idearse y planearse bien en este contexto. Debe haber un continuo proceso de evaluación y revisión para fomentar la mejor combinación de tecnologías. Ya no resulta adecuado que la tecnología se pase por alto.

En nuestros tiempos, la tecnología avanza de una manera dramática, los cambios que se pueden observar son muy grandes, la tecnología ha llegado a ocupar un lugar importantísimo en el desarrollo de nuestras vidas tanto profesional como laboral, de ahí la importancia de una adecuada alfabetización tecnológica, ya que ésta llega a colocar al usuario en un situación en la que se le enseña y se contextualiza con respecto a la tecnología, otorgándole la oportunidad de desarrollar habilidades, conocimientos tecnológicos, de software y hardware, evitando el rezago en esta área.

Hay que considerar que nuestro país tiene un reto aún mayor que el que enfrentan quienes han contribuido al nacimiento de la sociedad del conocimiento. Para nosotros, las desigualdades actuales en cuanto al acceso a las TIC nos colocan en desventaja, ya que no contamos aún con la infraestructura necesaria, suficiente y, por consecuencia, tampoco estamos en condiciones para generar programas, pero con la disponibilidad y suma de esfuerzos se puede concretar la formación tanto del profesorado como de los estudiantes.