Luis Miguel Ariza es un zombiólogo. Estudió por cinco años formación tridimensional, proteínas causantes del mal, formas de contagio, tipos de veneno, invasión zombi, vudú Petro y vudú Rada. Al final obtuvo su diploma universitario por parte del Instituto de Estudios Teóricos de Zombiología en Inglaterra; se graduó por supuesto en asuntos zombi. Hay quienes creen que lo estafaron y no dan crédito, y hay quienes acuden a él como un curandero de alto nivel. Sus ingresos rebasan los 2 millones de euros al año. Luis Miguel cree en la zombificación tanto que, poco a poco, sin explicación, fue adquiriendo características zombies: caminaba tieso, lento, lento, lento, se desvanecían sus expresiones y facciones del rostro, sus pupilas casi se perdían en los ojos. Él, por demás asustado, acudió con sus maestros especialistas. Con poca esperanza llegó a la universidad. Al ingresar se percató del contagio. En sus últimos segundos de conciencia trabajó como extra en una película de Hollywood.

El zombiólogo

Deseo recuperar mi alma soñadora, alegre
y cantarina de los primeros tiempos.
Aquella joven, inocente,  transparente,
crédula, compasiva y generosa

Busco la cura de mi alma, su sanación, su alegría.
No tengo otra, procuro su bien…
La exorcizaré si es necesario