Logo

Tiempo de ceniza


La Tierra, año 2020. Los corvus, pertenecientes a una civilización hiperavanzada, habitantes de un planeta muy, muy lejano, gobernados por Yerenica Curvo, se apoderan de nuestro planeta, nos enteramos en el prefacio de la saga “Terrestres 1”, Tiempo de ceniza. A continuación, damos un salto al año 5067, y seguimos las peripecias de una jovencita (a punto de cumplir 18 años), Arella Morpud, quien en los siguientes días habrá de enfrentar la “prueba de poder”, ceremonia de iniciación de todo terrícola sometido a la dictadura corvu, evento que decide su futuro (que puede concluir incluso con la muerte).

Junto con Arella, aparecen dos jóvenes que enfrentarán las mismas peripecias, Gareth, su amigo de la infancia y con quien establece en este momento una ambigua relación de odio-amor, y Qeren, su mejor amiga.

La novela abre con un glosario que nos pone sobre la pista del asunto de la novela y de sus personajes, y a la vez, conforme se avanza en la lectura, permite al lector captar sin mucho problema la lógica narrativa.

Luego de la invasión, los corvus realizan una serie de experimentos para desarrollar en los sometidos terrícolas talentos sobrenaturales con el propósito de convertirlos en los integrantes del ejército más poderoso del universo. La prueba de poder representa una especie de examen final, una prueba de supervivencia, para ubicar a cada cual en la posición que le corresponda, según sus cualidades y sus poderes. Arella posee un gran poder que ni ella misma conoce.

Portada

Todos los sucesos de la historia están permeados por un halo sombrío, todos los actos de los sometidos rezuman soledad, desesperanza, con pocos espacios para la felicidad. Natural, desde luego, tras la imposición y el dominio del mayor imperio de la galaxia, realizado a costa de asolar el planeta y asesinar a la mayor parte de su población. Arella lo sintetiza con esta frase: “¿Quién podría ser feliz estando en un lugar tan inhóspito y oscuro? Cuando los corvus invadieron el planeta, impusieron sus normas, nos arrebataron nuestra libertad” (p. 186).

Las emociones, reacciones, recuerdos e imágenes mentales de la protagonista encajan bien con la autora, una escritora por debajo de los treinta, que cuenta las vicisitudes de una jovencita de 18 años, lo cual sin duda permite dotar de naturalidad y espontaneidad el desarrollo del personaje, lo que permite, además de darle credibilidad, crear la empatía necesaria con el lector para involucrarlo e incluso emocionarlo con la historia.

Al igual que otro tipo de historias futuristas, en esta novela de Zelá Brambillé la anécdota sugiere una serie de antecedentes y consecuencias que se derivan de lo que se nos revela de la existencia de los protagonistas. Cuando Vlad (el rey de las tinieblas, tío de Arella y líder de la resistencia) relata el momento en que decide iniciar su revuelta, esa historia que se cuenta en un párrafo es material suficiente para otra novela. El hecho de que la anécdota central destaque el momento en que este rey de las tinieblas decida continuar la revuelta frustrada algunos años antes, abre la posibilidad de toda la saga relacionada con los incidentes del enfrentamiento entre los corvus y los grupos rebeldes. Resulta inevitable pensar en una de las sagas más famosas de este tipo, La guerra de las galaxias.

La historia sugiere, también, una serie de conceptos que hacen pensar en diferentes sucesos de la historia de la humanidad y de las relaciones interpersonales; sobre todo, la consideración de que el otro tiene una carencia (un pueblo “atrasado” que necesita conocimiento y progreso, un niño que requiere protección y enseñanza) y los seres “superiores” suplen esas carencias, y con ese pretexto coartan la libertad, evitan un desarrollo natural, destruyen el entorno (saquean) con el argumento de que toman lo que les corresponde por los beneficios que otorgan a esos “necesitados”. Es el tema de la conquista, que lleva implícitas cuestiones como la ambición, el egoísmo, la traición, el crimen, por una parte, y por otra, la lucha por la libertad, la rebeldía, la generosidad, el sacrificio.

Con todo lo anterior, cada lector habrá de definir sus opiniones sobre la historia. El subtítulo, “saga terrestres”, nos previene de que habrá una continuación, lo cual, desde el punto de vista de la mercadotecnia, es una buena estrategia; y el final, espectacular sin duda (y, obvio, los curiosos deberán descubrirlo por su cuenta), incita aún más el interés. Pero, insistimos, será el lector quien tenga la última palabra.

Zelá Brambillé, pseudónimo de Andrea Álvarez, nacida en 1994 en Monterrey, Nuevo León. Su obra puede leerse en plataformas digitales (Wattpad), donde cuenta con más de medio millón de seguidores, y el total de su obra ha alcanzado más de 70 millones de lecturas. Tiempo de ceniza fue finalista en el II Premio Oz de Novela.


Brambillé, Zelá (2018). Tiempo de ceniza. Saga terrestres 1. Barcelona: Oz Editorial.


Jumb28

Armando Parvool Nuño

Fotografía


Jumb26

En Zamora, Michoacán

Itzel Rico


Jumb29

La vía láctea en el espejo

Antonio Marts


Jumb25

Ana Hatherly

Exposición en el MUSA